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Mientras la Organización Mundial de la Salud se reúne en una convención extraordinaria para desarrollar una estrategia quinquenal contra el coronavirus, en China lanzan un mensaje de optimismo en relación a la vacuna.
En el Viejo Continente se estima que el rebrote de casos elevará la tasa de mortalidad en los meses de octubre y noviembre. En contraste, el gobierno de Xi Jinping anuncia que la vacuna contra el Covid-19 fabricada por laboratorios chinos podría estar a disposición del público a mediados de noviembre. Dicha estimación fue hecha por un alto funcionario del gigante asiático en declaraciones a la TV oficial.
“De acuerdo a los resultados clínicos de la fase 3, su actual progreso es muy rápido”, explicó el principal experto en bioseguridad del gobierno de China. Actualmente, son dos los laboratorios que trabajan en la fabricación de la vacuna contra el Covid-19: Sinovac Biotech y Sinopharm. Ambas empresas dieron a conocer a sus voluntarios en una feria comercial realizada la semana pasada en Beijing.
Nueve vacunas están siendo fabricadas en el mundo. Semanas atrás, el gigante farmacéutico AstraZeneca informó la aparición de un efecto secundario “inexplicable” en uno de los pacientes que servía como modelo para la investigación. Se estima que este contratiempo demore la salida de ese modelo de vacuna, que va a aplicarse en varios países de Sudamérica y México.
#ElDatoEcoanalitica Según la Organización Mundial de la Salud y otros organismos internacionales de salud, se necesitan aproximadamente US$ 35.000 millones para garantizar que las vacunas puedan distribuirse equitativamente entre los 7.800 millones de personas del mundo.
Este martes, China sufrió una mala noticia. Luego de treinta días sin contagios de transmisión local, la ciudad de Ruili, en la provincia de Yunnan, fue puesta en estricta cuarentena luego de que tres personas dieran positivo. Se trata de viajeros que habrían contraído el virus en el exterior. El gobierno dispuso el confinamiento de los 200 mil habitantes.
Este lunes, el médico belga Hans Kluge, representante de la Organización Mundial de la Salud para el continente europeo, le restó valor al efecto de las vacunas como mecanismo para detener la pandemia. Para él, la clave seguirá siendo la conciencia ciudadana, la capacidad de los países para respetar las medidas sanitarias previstas para disminuir los contagios.
“Escucho todo el tiempo: ‘la vacuna va a ser el fin de la epidemia’. ¡Por supuesto que no!. Ni siquiera sabemos si la vacuna va a ser eficaz para todos los sectores de la población. Recibimos algunas señales de que será eficaz para algunos pero no para otros”, comentó el especialista. Si debemos encargar vacunas diferentes será una pesadilla logística”, dijo en declaraciones a la AFP.
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