Últimamente, el debate sobre una segunda ronda de cheques de estímulo de COVID-19 se ha visto ensombrecido por la muerte de la jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, Ruth Bader Ginsburg. Sin embargo, los principales líderes del Congreso y la administración Trump han continuado su guerra retórica sobre la posibilidad de darles a los estadounidenses cheques de $1,200 o incluso $3,400 (para una familia de cuatro).
Primero, el telón de fondo. Durante semanas, tanto los republicanos como los demócratas en el Congreso y el propio presidente Trump han abrazado el concepto de que los estadounidenses necesitan una segunda ronda de cheques. También acordaron que la cantidad y las pautas deberían ser las mismas que las de la primera ronda de cheques, cuando comenzó la pandemia.
Ambas partes querían endulzar la situación de los adultos dependientes para asegurarse de que los estudiantes universitarios no se quedaran fuera esta vez. Así es como se llega al monto de $3,400 en la versión republicana, para una familia de cuatro (es decir, dos cheques de $1,200 para los padres más dos cheques de $500 para los dependientes). Los demócratas irían incluso más lejos que eso (al igual que algunos planes alternativos que andan flotando, pues quieren $1,200 por cada dependiente también).
Sin embargo, todo se detuvo allí, c on retórica. Los cheques de estímulo se incluyeron en el plan más amplio de alivio de estímulo y en eso los republicanos y los demócratas no pueden estar de acuerdo. Ambos bandos tienen una diferencia de aproximadamente $1 billón y los desacuerdos sobre puntos como, la cantidad de ayuda para dar a los gobiernos locales y estatales, esto ha sido línea de falla. Los republicanos dividieron una versión más restringida para tratar de lograrlo, pero no incluía cheques de estímulo, y los demócratas la rechazaron de inmediato.
Las elecciones que se avecinan hacen que sea menos probable que cualquiera de las partes llegue a un acuerdo, porque pueden pensar que están anotando puntos políticos contra la otra parte a medida que los estadounidenses se sienten frustrados porque no reciben los cheques necesarios.
Esto es lo que los principales líderes han dicho recientemente sobre el alivio del estímulo y una segunda ronda de cheques de estímulo COVID-19:
Presidente Donald Trump y su administración
El presidente Trump se ha manifestado en repetidas ocasiones a favor de los cheques de estímulo, pero no puede darlos por sí solo, porque el Congreso es el que tiene autoridad para la financiación, según la Constitución de Estados Unidos. Trump ha criticado a los demócratas por la inacción.
“Los demócratas son ‘despiadados’. No quieren dar PAGOS DE ESTÍMULO a personas que necesitan desesperadamente el dinero, y cuya culpa NO fue que la plaga viniera de China. Vayan por montos mucho más altos, republicanos, todo vuelve a los Estados Unidos de todos modos (¡de una forma u otra!)”, escribió el presidente en Twitter el 16 de septiembre.
Ese mismo día, el Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, le dijo a Fox: “Veremos a miembros del Congreso salir de Washington, DC para irse a casa y fingir que están trabajando duro en este acuerdo en particular cuando, de hecho, los cheques no se enviarán al pueblo estadounidense y los beneficios por desempleo comenzarán a cesar”.
La líder demócrata de la Cámara ha sido muy crítica con los republicanos
“… Las necesidades solo han crecido desde el 15 de mayo, hace cuatro meses”, dijo Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara, sobre la fecha en que los demócratas presentaron su propio plan. “Las necesidades de las pequeñas empresas, de los restaurantes, de transporte y demás”.
El 16 de septiembre, Pelosi escribió en Twitter: “Es alentador ver que el presidente ahora está pidiendo a los republicanos que ‘busquen montos mucho más altos’ después de meses de esfuerzos del Partido Republicano en el Senado para reducir las necesidades de los estadounidenses. Esperamos escuchar de sus negociadores que finalmente nos encontrarán a mitad de camino. #FamiliesFirstNow”. Pero no pareció haber mucho movimiento después de eso y la batalla por el reemplazo de la Corte Suprema ha dividido más a republicanos y demócratas.
Pelosi emitió un comunicado con el senador Chuck Schumer que decía: “Para el final de la semana, 200,000 estadounidenses habrán muerto por el coronavirus. La vida y el sustento del pueblo estadounidense dependen de que los republicanos abandonen su obsesión por hacer lo menos posible, mientras el coronavirus asola nuestra nación”.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConell, disparó contra los demócratas por los alivios de estímulos.
“Incluso los propios demócratas de la Cámara de Representantes de la presidenta Pelosi están hartos de que ella bloquee el alivio del COVID-19”, escribió en Twitter McConell. “Pero ella insiste en que cualquier cosa que no sea su lista de deseos multimillonaria convertiría a los demócratas en ‘una cita barata’. Qué chiste. La gente está sufriendo. Ellos necesitan ayuda. No los juegos políticos inútiles del Portavoz “.
También acusó a Pelosi de “retrasar el alivio de los estadounidenses”.