Un auto Tesla cayó de un acantilado de más de 80 metros. Los cuatro ocupantes del vehículo salvaron su vida. “Esto fue un auténtico milagro”, dijeron los rescatistas del Tesla en diálogo con la prensa.
La zona donde ocurrió el accidente es un precipicio rocoso ubicado 25 kilómetros al sur de San Francisco. Se lo conoce con el nombre de Devil’s Slide (tobogán del diablo).
El auto Tesla cayó del precipicio y se estrelló en una zona rocosa cerca del mar. En el interior del vehículo iban una niña de 4 años, un niño de 9 y los padres de estos.
Según reportaron los bomberos costeros de California, quienes fueron claves para lograr el rescate de la familia, el auto dio varias vueltas sobre sí mismo mientras caía al vacío.
El testimonio de los bomberos
Brian Pottenger, jefe del batallón de los bomberos costeros de California, indicó que no es la primera vez que deben rescatar un auto de la zona. Se trata de un lugar sumamente peligroso en el que los accidentes son cosa frecuente.
“Vamos todo el tiempo a esa zona a rescatar automóviles que caen por el acantilado. Nunca nadie sobrevive. Esto es un milagro absoluto”, indicó en diálogo con la prensa.
“El automóvil se salió de la ruta principal. Por qué motivo, eso no lo sabemos todavía”, agregó Mark Andrews, oficial de la patrulla de caminos.
Los rescatistas indicaron que el primer llamado al 911 se produjo alrededor de las 10 de la mañana del día lunes 2 de enero del 2023. Cuando los bomberos llegaron al lugar se puso en marcha un operativo de rescate que incluyó cientos de metros de soga.
El clima empeoró el panorama. Llovía y había fuertes vientos. Para colmó, el auto tenía tal nivel de destrucción que era imposible abrir las puertas. Los rescatistas debieron cortar al medio el vehículo para poder retirar a los cuatro ocupantes.
Sin muertos, pero con heridos
Los cuatro ocupantes del auto Tesla que cayó del precipicio en California fueron trasladados a un hospital, donde permanecen con heridas de distinto tipo.
Los niños fueron los primeros en ser rescatados. Por fortuna, no presentaban heridas de gravedad, pero sí estaban muy asustados. Fueron envueltos en mantas y subidos en sogas hasta la autopista.
La situación de sus padres era más compleja. Los adultos viajaban en los asientos delanteros y fueron los que más sufrieron el impacto contra las rocas. Presentaban heridad de mayor gravedad que sus hijos, aunque sus vidas afortunadamente no corren peligro.
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