La vacuna contra el COVID de Moderna, junto a la de Pfizer, ha sido la más aplicada en Estados Unidos desde que se inició el programa de vacunación para hacerle frente al coronavirus, y aunque autoridades de salud han indicado que el medicamento de Moderna resulta seguro y no presenta riesgos graves, en Suecia lanzaron un campanazo de alerta.
Autoridades de salud suecas anunciaron este miércoles que decidieron suspender el uso de la vacuna COVID-19 de Moderna entre personas menores de 30 años, explicando su medida como un acto de precaución. Por ahora la fecha dada para la suspensión de la vacuna de Moderna será hasta el 1 de diciembre próximo.
Así lo reveló la agencia de noticias AP, donde se aseguró que se han detectado algunos efectos cardiacos, entre vacunados de menos de 30 años.
“Señales de un mayor riesgo de efectos secundarios como la inflamación del músculo cardíaco o el pericardio (el saco de doble pared que contiene el corazón y las raíces de los vasos principales)”, advirtieron las autoridades suecas, según la citada agencia que mencionó a la Agencia de Salud Pública de Suecia.
A pesar de la medida temporal de suspensión de la vacuna, las autoridades de salud suecas manifestaron que los presuntos riesgos son muy pequeños, pero optaron por tomar la acción de prevención mientras se adelantan más estudios.
“El riesgo de verse afectado es muy pequeño”, recalcaron en su informe, donde citaron además a Anders Tegnell epidemiólogo en jefe, quien mencionó que están llevando una averiguación más extensiva sobre el tema.
“Siguen la situación de cerca y actúan rápidamente para garantizar que las vacunas contra COVID-19 sean siempre lo más seguras posible y al mismo tiempo brinden una protección efectiva” contra la enfermedad.
AP recalcó que desde enero pasado la vacuna de Moderna se ha venido utilizando en 27 países de Europa, tras haber recibido el aval de uso, y asimismo se ha venido aplicando en Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos.
En Estados Unidos hasta ahora no se ha emitido ningún tipo de prohibición ni suspensión al uso de la vacuna de Moderna, y continúa su administración de manera normal.
A pesar de la medida de precacución relacionada con los efectos cardiacos a los que se han hecho referencia, autoridades sanitarias de Suecia advirtieron que “generalmente desaparecen por sí solos”, y aseguraron que análisis preliminares mostraron una posible conexión entre síntomas cardiacos y la segunda dosis de la vacuna de Moderna. Recalcaron además que “el aumento en el riesgo se observa dentro de las cuatro semanas posteriores a la vacunación”.