Ha pasado casi una semana desde que el presidente Trump firmó una polémica orden ejecutiva para extender los beneficios de desempleo extra, que el Congreso aprobó en marzo pasado y que culminaron el pasado 31 de julio.
Trump justificó su determinación en la falta de consenso entre demócratas y republicanos en medio de las negociaciones para aprobar un nuevo paquete de alivios. Pero no solo redujo el bono de desempleo semanal, de $600 a $400, sino que decidió que el gobierno federal solo asumiría el 75% de ese pago, es decir $300. Los otros $100 restantes, deberán ser asumidos por los gobiernos estatales, algo que muchos estados ya han dicho no poder costear sin ayuda de Washington, debido a que están quebrados por la pandemia del Coronavirus.
Pero más allá de la polémica de los llamados $300 dólares, que en definitiva son la única porción fija que dará la Administración Trump, pues los $100 restantes quedarán a consideración de los estados, dependiendo sus balances financieros, la pregunta que hay entre 17 y 30 millones de desempleados que dependen de los beneficios del seguro de desempleo parcial o totalmente es: ¿cuándo empezarán a recibir en sus cuentas o por cheque el nuevo alivio extendido?
Es ahí donde vienen más señalamientos al Gobierno Trump, pues aunque muchos trabajadores que perdieron sus puestos estaban esperanzados en que comenzarían a recibir el dinero extra, que tanto les urge, esta misma semana, lo más probable es que eso no ocurra antes del fin de este mes, o principios de septiembre.
La orden de Trump cobija a los desempleados a recibir la ayuda extra a partir del 1 de agosto, y si no se da este mes, se entregará de manera retroactiva.
Tras la nueva orden federal, cada estado deberá crear un nuevo sistema para manejar y entregar los beneficios, proceso que pudiera requerir tiempo para empezar a implementarse.
En diálogo con CBS News, el experto en asuntos laborales Andrew Stettner, miembro de la organización The Century Foundation, mencionó que los millones de desempleados que reciben beneficios actualmente no podrán contar con ese dinero extra por lo menos durante varios días.
“No esperen recibir el beneficio adicional por desempleo este mes”, dijo Stettner. “Tendríamos suerte si alguien recibe este dinero en agosto, pero es más probable que sea en septiembre, como muy pronto”.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, quiso sonar un poco más positivo, pero igualmente admitió que el bono extra no llegará a las manos de los desempleados que lo necesitan en un dos por tres.
“(Será) dentro de la próxima semana o dos”, dijo a comienzos de esta semana el funcionario, explicando que en su opinión, en ese lapso de tiempo “la mayoría de los estados” podrán realizar los cambios necesarios para asignar los nuevos pagos.
El programa anunciado por Trump para dar los $300 0 $400 de desempleo (dependiendo las finanzas de cada estado), será manejado con fondos por $44 mil millones de dólares, tomados del Fondo de Ayuda para Desastres de la nación. Pero preocupa que no sean suficientes para cobijar los pagos hasta diciembre.
Mientras se termina de definir la manera como los estados manejarán los pagos, la esperanza de muchos beneficiarios del seguro de desempleo es que republicanos y demócratas vuelvan pronto a la mesa de negociaciones y tal vez acuerden mantener el bono de los $600, tal y como se manejó hasta el 31 de julio. Esa sería una gran ayuda para los más necesitados y pudiera darse de manera más rápida.