El próximo 20 de julio el Senado y la Cámara de Representantes están agendados para regresar a trabajar en Washington, y en medio de los múltiples proyectos de ley que hay en el tintero, el que más atención tiene sin duda alguna, en este momento, es el nuevo paquete de alivios económicos que millones de personas están esperando que se haga realidad. Tanto el presidente Trump, como el líder de la mayoría republicana Mitch McConell han confirmado que ocurrirá.
El eventual segundo cheque de estimulos es la inquietud número 1 de la gran mayoría de personas, pero el otro gran interrogante que tiene a casi 20 millones de estadounideneses que siguen reclamando los beneficios de desempleo, tasado entre el 11% y 12% para este mes de julio, es ¿qué va a pasar con el alivio de $600 semanales extra que están recibiendo y que les ha permitido tener la cabeza a flote?
El alivio, aprobado dentro de la Ley CARES, que comenzó a implementarse en marzo pasado, cuando inició la pandemia del COVID-19, y que además instauró el cheque de $1,200 para quienes ganan hasta $75,000, terminará este 31 de julio, hecho que tiene a muchos bastante nerviosos. La esperanza es que en la nueva ley de alivios que se espera se firme entre el 20 de julio y el 8 de agosto, cuando los legisladores vuelven a salir a un receso de un mes, es que se incluya la re-instalación de esa partida.
Hasta el momento todo es una incertidumbre. Los demócratas propusieron en su ley Heroes, aprobada en mayo, que los $600 se conserven por varios meses más, pero los republicanos se han opuesto categóricamente y hay políticos que lo consideran un premio a no querer trabajar, postura que ha indignado a líderes como Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin dijo que la Casa Blanca va a “considerar seriamente” otra ronda de pagos, pero no dio muchas luces sobre qué pasará con los $600 semanales.
El temor de algunos es que los datos de desempleo del mes pasado, revelan que 4.8 millones de puestos de trabajo se reactivaron en junio, y que la tasa de desempleo pasó de casi el 15% al 11.1, hecho visto como alentador, pero no definitivo. Así lo muestran otras estadísticas presentadas por Forbes, que señalan que 1,43 millones de estadounidenses solicitaron ayuda de desempleo elevando la cifra a 19.3 millones.
Renee Morad, de Forbes aseguró que el gran problema de muchos estadounidenses que dependen de esos $600 es que sus trabajos no volverán a existir, al menos por ahora. Por eso, precisamente, mantener el alivio de $600 es vital.
“A medida que las esperanzas de una recuperación en forma comienzan a desvanecerse, muchos se preguntan si estos despidos serán permanentes”, dijo Morad. “Un estudio reciente de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER) estima que el 42% de los despidos relacionados con el coronavirus se convertirán en pérdidas de empleo permanentes”.
Lo cierto es que por ahora, todo son especulaciones y deseos, pues los republicanos no han presentado una hoja de ruta clara sobre ese asunto.
Y en medio de la campaña de diferentes sectores para que se continúe otorgando el cheque de los $600 dólares a aquellas personas que han perdido su empleo en medio de la pandemia, más de 460,000 personas están promoviendo una petición firmada, donde le solicitan a la Administración Trump que no acabe con el programa de cheques de $600 a quienes se quedaron sin trabajo, y que también incluya a los trabajadores esenciales que han estado laborando de manera permanente.
Todo el panorama sobre este tema y el segundo cheque de alivios, solo se empezará a aclarar a partir de la próxima semana. Por ahora quienes sigan aplicando por su seguro de desempleo, tendrán el alivio de $600 por tres semanas más.