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En julio pasado comenzó a circular la noticia de que Hamza Bin Laden, hijo del terrorista Osama Bil Laden, habría muerto, y este fin de semana el presidente Donald Trump confirmó la muerte del terrorista, considerada una de las figura clave del grupo Al Qaeda.
La noticia de la muerte del terrorista fue revelada oficialmente tres días después de que el mundo conmemoró el aniversario número 18 de los atentados a las Torres Gemelas.
“La pérdida de Hamza bin Landen no solo priva a Al Qaeda de importantes recursos de liderazgo y la conexión simbólica con su padre, sino que socava relevantes actividades operativas del grupo. Hamza bin Laden era responsable de planear y tratar con varios grupos terristoristas”, aseguró el mandatario en la Casa Blanca.
Trump también reveló que la muerte ocurrió en una zona entre Afganistán y Paquistán.
Arabia Saudita le había retirado a Hamza su nacionalidad este año, luego de que en febrero pasado el Departamento de Estado de Estados Unidos ofreciera un millón de dólares de recompensa por las amenazas hechas hacia la Unión americana por la muerte de Osama, señalado de haber orquestado los ataques del 11 de Septiembre de 2001.
Hamza “difundía mensajes de audio y video llamando a atacar a Estados Unidos y sus aliados (…) en venganza por la muerte de su padre a manos de agentes estadounidenses en mayo de 2011”, aseguraba el Departamento de Estado.
Hamza era el hijo número 15 de Osaba Bin Laden y era considerado el hijo consentido del terrorista, producto de su relación con su tercera esposa, conocida como Jairiah Saber.
Bin Laden nació en Jeddah, Arabia Saudí en 1989. Poco se sabe sobre su infancia. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que apareciera en el radar del terrorismo internacional.
De solo 12 años, apareció en material de propaganda jihadista y participó en las operaciones de Al Qaeda. Cuando tenía 16 años, apareció en un video titulado “The Mujahideen of Waziristan”, que documentó un ataque a las fuerzas de seguridad de Pakistán.
Las autoridades de inteligencia de Estados Unidos aseguraban que Hamza había sido preparado por su padre para sucederlo, lo que eventualmente habría ocurrido.
Se desconoce la fecha exacta en la que el joven fue abatido.
Hamza tenía 30 años.