La ex gobernadora de Luisiana Kathleen Blanco murió el domingo, según lo revelaron fuentes cercanas a la antigua líder política, quien se destacó como una de las figuras más prominentes y representativas del país cuando Estados Unidos fue azotado ferozmente por el Huracán Katrina.
La triste noticia fue confirmada de manera oficial por el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, quien reveló que el deceso de la antigua política se presentó por serias complicaciones en el estado de salud de Blanco.
La exgobernadora, quien tenía 76 años, enfrentaba desde hacía varios años un severo cáncer que la fue consumiendo y fue ella misma quien en el 2017 anunció públicamente que padecía el mal.
La mujer, criticada por muchos por el manejo que dio a la situación generada por la devastación que dejó el huracán Katrina”, que afectó al sur del país, dejando más de 1,800 personas muertas y daños materiales del orden de los $125 mil millones de dólares, era portadora de un cáncer mortal.
Tras comentar que estaba recibiendo tratamiento por un melanoma ocular, Blanco agregó que su enfermedad era tan espantosa, que incluso en 2018 y con mucha sangre fría declaró que sabía que no podía tener esperanzas de curarse o seguir batallando.
“No hay escapatoria”, dijo la líder política, quien desde el pasado mes de abril se encontraba internada en un centro de asistencia médica, donde recibió cuidados paliativos, en la localidad de Lafayette.
Familiares de la exgobernadora manifestaron que Blanco murió en paz, en compañía de su esposo, sus hijos y sus seres más queridos.
“Los habitantes de Luisiana tienen una deuda de gratitud con la gobernador Blanco, quien siempre puso primero a la gente de nuestro estado, luchando por mejorar la calidad de vida de nuestras familias y niños, defendiendo mejores oportunidades educativas para todos los estudiantes en todos los niveles y construyendo una Luisiana más fuerte “, comentó el gobernador Edwards en su cuenta de Twitter.
Blanco estuvo en el cargo entre el 2003, tras hacer historia al convertirse en la primera mujer gobernadora de Luisiana, hasta el 2008, pero siempre tuvo que lidiar con acusaciones por la manera inadecuada que dio al fenómeno climático que acabó con gran parte de Nueva Orleans.
“Si bien sabía que su nombre estaría vinculado para siempre con los huracanes Katrina y Rita, era su último deseo que la recordaran por su fe en Dios, su compromiso con la familia y el amor de Louisiana”, aseguró su familia en un comunicado.