El presidente Donald Trump siempre da mucho de qué hablar, y esta vez cuando muchas personas todavía no logran sacarse de la mente imágenes como aquellas del mandatario lanzando rollos de papel a las víctimas del Huracán María, en el 2017 en Puerto Rico, esta vez el republicano está metido en una nueva controversia por un gesto que más de uno considera que fue más allá de cualquier límite.
Trump hizo una visita oficial a los sobrevivientes del terrible tornado que sacudió a Alabama, en el que más de dos docenas de personas, entre ellas niños, perdieron la vida y otros miles quedaron sin hogar, y allí, no solamente estuvo tomándose varios “selfies”, sino que además firmó autógrafos sobre Biblias.
El republicano asistió a la Iglesia Bautista de Providence, en Opelika, Alabama, y mientras saludaba a varias víctimas del tornado, que acudieron a saludarlo y a recibir ayuda, estuvo estampando su firma en gorras, celulares, camisetas y hasta en libros sagrados. Sin ningún reparo, Trump plasmó su autógrafo en varias Biblias, acto que muchos criticaron al asegurar que actuó como un “rock star” y que de paso irrespetó el libro sagrado de los cristianos.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de molestos creyentes, quienes insistieron que el proceder del presidente rayó los límites.
La reverenda Donnie Anderson, ministra ejecutiva del Consejo Estatal de Iglesias de Rhode Island, manifestó su molestia y dijo haberse sentido ofendida por la manera en que el mandatario se comportó y describió su proceder como una “movida política calculado” para llegarle a sus votantes evangélicos.
“Para mí, la Biblia es una parte muy importante de mi fe, y no creo que deba usarse como una estrategia política”, dijo la ministra religiosa. “Vi que se usaba solo como algo para simbolizar su apoyo a la comunidad evangélica, y no debería usarse de esa manera. La gente debería tener más respeto por las Escrituras”.
Pero no todos criticaron a Trump y hasta lo apoyaron.
En diálogo con FOX News, el decano de la Escuela de Teología del Seminario Teológico Bautista del Sur en Louisville, Kentucky, Hershael York, aseguró que no le vio ningún problema al comportamiento del mandatario, y aseguró que hizo lo mismo que otros expresidentes han hecho en el pasado, y que no fue él quien decidió poner sus autógrafos, sino que la gente se lo pidió.
“Aunque no tenemos una fe nacional, hay fe en nuestra nación, por lo que no es sorprendente que las personas hagan que los políticos firmen sus Biblias”, aseguró York, defendiendo a Trump. “Esas Biblias son significativas para ellos y, aparentemente, estos políticos también lo son”.
Además de Trump, en el pasado otros presidentes como Ronald Reagan y Franklin Roosevelt también firmaron autógrafos sobre Biblias, pero no lo hicieron de manera pública.
Hasta el momento el mandatario no se ha referido a la controversia.
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