En medio de las duras políticas migratorias que el presidente Donald Trump ha implementado desde que asumió la Casa Blanca, la Administración federal anunció la extensión de un alivio a los salvadoreños y nicaragüenses que viven en Estados Unidos bajo el Estatus de Protección Temporal, más conocido como TPS. Y es que luego de que en 2018, el Gobierno del presidente Trump cancelara de manera unilateral ese beneficio, 18 estados presentaron demandas ante tribunales y en octubre pasado, un juez federal de California ordenó que no se cancelaran los alivios otorgados tras desastres naturales o problemas de inseguridad.
Y aunque hubo quienes llegaron a considerar que Trump se había conmovido de unos 200,000 centroamericanos que dependen de ese alivio migratorio para permanecer de manera legal en territorio estadounidense, la Embajada de Estados Unidos en El Salvador aclaró que si extendieron esa figura fue por la decisión de la corte.
“La extensión es el resultado de una decisión preliminar emitida en California en el ‘Caso Ramos v. Nielsen’, la cual requiere que DHS no dé por terminado el TPS hasta que los tribunales emitan un fallo judicial definitivo inapelable”, señaló la embajada en un comunicado colgado en Twitter.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) explicó que extenderá hasta el 2 de enero del 2020 el TPS para los salvadoreños y los nicaragüenses, al igual que para los ciudadanos de Haití y Sudán, lo que les da un respiro. Los permisos de trabajo de los beneficiarios del TPS se renovarán automáticamente.
El anuncio fue recibido con beneplácito por parte de grupos pro inmigrantes que llevaban meses abogando para que la Administración Trump no les cancelara el TPS, y se dio a solo unos días de que la cabeza del DHS, Kirstjen Nielsen visitara El Salvador.
Durante su viaje oficial, la funcionaria destacó el apoyo de El Salvador, Guatemala y Honduras para frenar la creación de caravanas de migrantes, que han puesto en jaque a las autoridades migratorias de Estados Unidos al llegar a la frontera.
“Agradezco a mis colegas su determinación de aumentar la cooperación con Estados Unidos para parar la formación y el movimiento de caravanas ilegales y de las redes que las facilitan”, dijo Nielsen.
En total la extensión beneficia a unos 300,000 inmigrantes, de los cuales 195,000 son salvadoreños, 2,550 nicaragüense, 46,00 haitianos y 1,040 de Sudán.
A pesar del respiro que significa esta extensión, los cobijados por esa figura, quienes llevan en algunos casos casi dos décadas viviendo en el país bajo esa protección, pidieron alivios permanentes, como una reforma migratoria que les dé camino a la residencia, algo a lo que el presidente Trump se opone rotundamente.