Este domingo el mundo se estremeció con la noticia del accidente aéreo de una aeronave de la aerolínea Ethiopian Airlines, en el que perecieron todos los 149 pasajeros y los ocho tripulantes que iban a bordo. Y en medio del dolor que significó la noticia, diferentes medios de comunicación han comenzado a mostrar lo terrible del siniestro y han comenzado a salir a la luz las primeras imágenes de las latas calcinadas en las que quedó reducido el Boeing 737.
La aeronave, que era uno de los aviones nuevos que había incluido Ethiopian Ailines a su flotilla hacia menos de medio año, se estrelló tan solo cinco minutos después del despegue, cuando salía del aeropuerto Bole, de Addis Abeba, con dirección a la ciudad de Nairobi, en Kenia.
La aerolínea aseguró que el vuelo ET 302 se estrelló cerca de la ciudad de Bishoftu, localizada a unos 62 kilómetros al sureste de la capital etíope, y pese que envió personal a la zona del accidente, se descartó que haya sobrevivientes.
Aunque todavía la aerolínea trabaja en la lista oficial de las víctimas, por ahora dieron a conocer que en la aeronave siniestrada viajaban pasajeros de 33 países diferentes.
Ethiopian Airlines anunció que tras haber revisado sus reportes, se determinó que en el vuelo perdieron la vida 32 kenianos, 18 canadienses, nueve etíopes, ocho italianos, ocho chinos, ocho estadounidenses, siete británicos, siete franceses, seis egipcios, cinco holandeses, cuatro indios, cuatro eslovacos, tres austriacos, tres suecos, tres rusos, dos marroquíes, dos españoles, dos polacos y dos israelíes.
Las autoridades aeronaúticas continúan con las averiguaciones para determinar las causas del accidente, y mientras encuentran la caja negra para establecer con más exactitud lo que ocurrió, la torre de control informó que perdió contacto con la aeronave unos cuatro minutos después de haber despegado, hacia las 8:44 de la mañana.
Este es el segundo accidente que sufre Ethiopian Airlines en menos de una década, pues en 2010 otro Boeing 737-800, explotó en el aire después de haber salido de Líbano acabando con la vida de 83 pasajeros y siete tripulantes.
La aerolínea también había sufrido otra tragedia en 1996 cuando se estrelló en medio de un secuestro cuando hacía la misma ruta del siniestro de este domingo entre Addis Abeba y Nairobi. En aquella ocasión la aeronave se estrelló contra un arrecife de corales en el océano Índico, dejando como saldo 123 muertos y 52 sobrevivientes.
El Primer Ministro, Abiy Ahmed, envió un mensaje de condolencias a los familiares de las víctimas, y dijo que el Gobierno etíope conducirá una investigación inmediatamente.