En el mes de octubre tiene celebración la fiesta judía más sagrada de su calendario, conocida como el Yom Kippur, “Día de la expiación”, o popularmente ‘Día del perdón’. Con esta jornada termina el periodo de las grandes fiestas en el cual se ayuna, se ora, y se regresa al “camino de Dios”.
En este 2024, el Yom Kippur comienza en el atardecer del viernes 11 de octubre y su conclusión es al siguiente día, es decir el sábado 12 de octubre.
¿A qué hora termina el Yom Kippur?
Generalmente el Día de Expiación, que tiene una duración de 25 horas, comienza a las 6:46 de la tarde, y termina a las 7:45 de la noche siguiente, según el calendario lunisolar judío. Concluido el Yom Kippur, los judíos en Israel y en todo el mundo comienzan los preparativos para la festividad del Sucot, que consiste en construir un refugio temporal al aire libre conocido como el “sucá”.
La festividad de Sucot se origina en el mandamiento bíblico de Dios a los antiguos israelitas, “Durante un período de siete días vivirán en cabañas. Todos los residentes entre los hijos de Israel vivirán en tabernáculos, y las [subsiguientes] generaciones deben saber que los hijos de Israel vivieron en cabañas cuando los saqué de la tierra de Egipto. (Levítico 23:42-43)”.
Durante Sucot, que es el tiempo de vacaciones para muchas familias judías, grandes cantidades de comida y bebida se disfrutan durante las muchas comidas festivas dentro de la sucá. La Torá se refiere a Sucot como la fiesta de la alegría, siendo una de las tres fiestas de peregrinación a Jerusalem durante las épocas del Templo Sagrado de la Tierra de Israel, junto con Pesaj y Shavuot. Sucot es también conocida como la Fiesta de los Tabernáculos, una referencia a las viviendas en las que los judíos viven en estos siete días.
El carácter temporal de la sucá simboliza la confianza del hombre en Dios para su sustento. El techo de la sucá es tradicionalmente hecha de ramas de los árboles y de otros materiales naturales, que simboliza las “nubes de gloria”, que albergaban a los antiguos israelitas durante su peregrinación en el desierto. En Jerusalem, cuando llega Sucot, las aceras, estacionamientos, entradas y balcones se llenan de sucot, transformando la ciudad en un paisaje gigante de celebración y de alegría.
Ofrenda del incienso: máxima ofrenda de perdón
Según Camino Emaús, el Sumo Sacerdote hacía la expiación por sí y llevaba a cabo el sacrificio del que ya había hecho la confesión.
Siendo el incienso la representación de la oración, el Sumo Sacerdote, introducía todas las oraciones del pueblo en un solo elemento y las ponía delante de Dios para que Él las aceptara. Llenaba el incensario con el incienso del altar llevado con su mano derecha y con la mano izquierda llevaba una pala con el carbón encendido que había tomado del altar de bronce que estaba afuera. Y pasaba hasta el lugar Santísimo hasta llegar delante del propiciatorio.
Para eso llevaba la pala con las brasas encendidas, pues al momento de poner el incienso sobre ellas, salía esta nube de perfume que cubriría el propiciatorio para que no muriese, pues la idea es que no estaría directamente sobre este, la nube lo cubriría y purificaría también. Si él no se hubiese purificado correctamente, la tradición dice que por eso llevaba amarrada en su cintura, una cuerda con pequeñas campanillas. Y que, si estas dejaban de escucharse, al no poder entrar por él al lugar Santísimo, lo tendrían que jalar con la cuerda fuera de éste.
“Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová. Día de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo. Hará la expiación el sacerdote que fuere ungido y consagrado para ser sacerdote en lugar de su padre; y se vestirá las vestiduras de lino, las vestiduras sagradas. Y hará la expiación por el santuario santo, y el tabernáculo de reunión; también hará expiación por el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación. Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó.” (Levítico 16:30-34 RVR60).
Prácticamente, aquí terminaba el día de Yom Kippur y se cerraban las puertas del Templo. Por esto, a este día se le conoce también como el día que se cerraban las puertas, una vez que se salía el Sumo Sacerdote y completaba toda esta obra. Se dice que se iba a su casa y tenía una celebración con su familia. Después de toda la presión, tensión y responsabilidad que caía sobre él. Ya que pudo haber muerto y había salida con vida.
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