Al actor colombiano Gregorio Pernía, lo vemos haciendo de las suyas como narcotraficante en la serie “Sin Senos sí hay Paraíso”.
En la producción, Pernía interpreta a “El Titi” un mujeriego empedernido que tiene guardado un lugarcito en su corazón, para “Catalina La Grande” aunque han pasado más de 20 años en la trama. Pero, en la vida real, el histrión está casado y es todo un padre de familia que comparte con sus hijos, el tiempo en el que no está grabando.
Con lo que no contaba el histrión era que en el 2019, se iba a enterar de la existencia de un hijo que ahora tiene 32 años. Tal y como si se tratase de la trama de una de sus novelas, la sorpresiva aparición de este joven, lo hizo someterse a una prueba de ADN.
“Conozco a su mamá porque trabajó con nosotros en la casa, yo tenía 16 años, fue mi primera relación sexual que yo tuve, una mujer de 22 años afrodescendiente, así que sí conozco a la mamá y eso ha sido para mí una sorpresa muy grande, imagino que para ustedes también”, reconoció en un video posteado en su cuenta de Instagram. El colombiano dijo que si la prueba salía positiva, él reconocería al joven que se llama Diego, como su hijo mayor.
Pues, el 8 de enero de 2019, Gregorio Pernía, compartió en esa misma red social, que el chico es su hijo. Por su parte, el joven también compartió su felicidad por la noticia en sus redes donde escribió:
“La vida nos da unas sorpresas maravillosas, hoy por fin despues de tantos años de espera, se por fin quien es mi padre. Sin duda alguna me siento afortunado y muy orgulloso de ser hijo de un gran ser humano, con principios y valores inquebrantables”. Él igual que el actor compartieron la foto que verán a continuación y donde aparecen todos los hijos de el intérprete colombiano.
Lo que tienes que saber:
Con el resultado de la prueba de ADN, Pernía que actualmente tiene 48 años y está felizmente casado con Ericka Rodríguez en lugar de ocultar la situación, la ha dado a conocer por sus redes y le ha dado gracias publicamente a su pareja por el respaldo en toda esta situación. Entonces ¿Cuántos hijos tiene, este papacito? Pues el sexy actor tiene cinco retoños.
En la foto superior lo vemos, posando orgulloso con su primogénito, Emiliano Pernía Gardeazabal nacido en el 2000, fruto de su relación con la actriz Marcela Mar. Aunque la pareja se separó luego de cinco años de convivencia, les quedó este guapo descendiente, que ahora tiene 17 años y vemos en la fotografía de abajo con su madre.
“A Emiliano lo bautizamos en el mar, con Marcela. Estábamos en Miami y él tenía unos siete meses. Nos preparamos para eso, esperamos la Luna llena, nos vestimos de blanco, nos fuimos a la playa, lo bañamos en el mar y se lo entregamos a Dios, a la Luna y al mar”, recuerda con nostalgia el actor.
Emiliano vive con su madre, pero el histrión asegura que se ven con bastante frecuencia: “Vamos a la playa, jugamos, le cocino y ahora está demostrando su vena artística, pues está aprendiendo a tocar guitarra”, dijo el orgulloso papá al portal Abcdelbebe.com.
La hembrita del clan, la tuvo en el 2007 con la ex modelo Erika Rodríguez, con quien vive desde hace 15 años. Le pusieron, Luna del Mar Brisa de los Ángeles, un nombre inspirado en la fascinación que siente por la naturaleza. “Con la Luna tengo mucho contacto. Cada vez que está llena pido muchas cosas, me hago baños de Luna y siento que me transforma de una forma u otra.” La pareja también tiene a Valentino Pernía que llegó en el 2012, para completar su felicidad.
De otra relación Gregorio, recibió en el 2008 a Julián Gregorio Pernía, que en la actualidad vive con su madre en la ciudad de Barranquilla Colombia. Es el chico de la foto a continuación.
“A Dios le pido siempre: ‘Dame un poquítico más de vida porque no quiero dejar a mi hijos ahorita, porque no los quiero desproteger, quiero estar a su lado un poco más, cubriéndolos bajo un manto divino y poder trascender y evolucionar con ellos un poco, sin importar lo que quieran ser”.
Él conocido galán de novelas agrega: ” Lo esencial es que no tomen la decisión de las drogas, de la prostitución, que no vendan su dignidad ni su cuerpo. El resto no importa: sus opciones sexuales, su profesión; pueden terminar en la Nasa o en la casa, no importa, yo voy a estar ahí con ellos. Lo que realmente me interesa es que tengan carácter, personalidad definida, cosas bonitas que me dieron en mi infancia y que deben continuar, como el legado que me dejó mi papá”.
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