Raúl de Molina es un hombre que genera odios y amores, lo que para nadie es un secreto. Y esta vez, faltando apenas unas horas para que se termine el 2020, el presentador está en el ojo del huracán por haber viajado a la ciudad de Nueva York, donde los contagios de coronavirus están disparados.
Tras compartir varias fotografías en su Instagram, al lado de su esposa, en su visita a la Gran Manzana, los ataques hacia el presentador de televisión arrancaron la polémica.
“Nueva York Catedral de San Patricio, pasen y vean los videos de las vitrinas de Saks por estas fiestas. Espectaculares”, comentó el Gordo sobre una de sus fotos, haciendo que un seguidor respondiera muy molesto.
“Voy a dejarlo de seguir señor Raúl y es que me enoja que usted fue uno de tantos que (dijo) ‘quédense en casa’ cuando la pandemia empezó y la verdad es que no ha dado ejemplo de hacerlo”, dijo el enojado usuario. “Uno ha cancelado viajes con su familia porque la situación cada vez está peor por la pandemia, y gente como usted viajando y llenando las redes sociales de fotos espectaculares, mientras tanto la gente que si necesita viajar y se expone todos los días al trabajo se ocupa más por no infectarse”.
Otra usuaria dijo: “No que tanto miedo al COVID, todo el año se pasó diciendo eso en el programa y miren ahora”.
Molina se defendió diciendo que había viajado a la Gran Manzana por motivos de trabajo, pues estará presentando el especial de final de año de Univisión desde esa ciudad.
Uno de los trinos con los que respondió a quienes lo criticaron fue: “no critiques si no sabes”. Y ante los comentarios de quienes le dijeron que no estaba dando el ejemplo después de pedir por muchas semanas estar en casa y hasta mostrarse nervioso cuando Clarissa Molina dio positivo a COVID, el animador de televisión dijo: “No dije ‘quédense en casa’. Dije sigan las reglas y yo las sigo, pero vine a trabajar a Nueva York. Me fui de vacaciones y me cuidé. Yo dije ‘pónganse la máscara’”.
Y aunque algunos fans del periodista mostraron su apoyo, los comentarios y quejas contra su viaje prosiguieron.
“Cuanta irresponsabilidad, la gente no entiende, viajan y salen a la calle con si no estuviera pasando nada en el mundo”, mencionó otro seguidor.
Al final Molina optó por zanjar la situación ignorando las críticas que le lanzaron y no respondió más a esos mensajes.