Han sido muchos los rostros que han pasado a través de los años por las pasarelas de Nuestra Belleza Latina, y aunque el programa de Univisión ha servido de plataforma para que muchas jovencitas hagan realidad su sueño de saltar al mundo del entretenimiento y tener éxito en medios, han sido varias las exconcursantes que han confesado que el programa no es un cuento de hadas.
Una de ellas fue Alina Robert, una de las cubanas más famosas que pasó por el programa de Univisión, quien en la octava edición del concurso, en el 2014, se convirtió en una de las archifavoritas para vencer, debiendo conformarse al final con un quinto lugar.
Y siete años después de haber participado en el reality, seis de los cuales no ha trabajado en televisión, la preciosa exreina denunció que analizando su paso por el show, fue objeto de manipulación, algo que la afectó tanto, hasta el punto que ni siquiera puede ver imágenes de esa epoca de su vida en videos.
“Lo que hacen allí es el cuento de la Cenicienta. Esta gente agarran a muchachas que no tienen posibilidades de destacar en el mundo del entretenimiento y las convierten”, dijo la exconcursante del reality, en diálogo con La casa Re Maka, de Somos Miami TV, hace unos meses. “Los videos de Nuestra Belleza Latina no los he podido ver. Fue una época de mi vida en la que me sentí muy manipulada”.
Alina, quien ahora está dedicada al mundo del teatro en Miami, dijo también, que estando dentro del programa entendió que todo está diseñado para jugar con las emociones de las concursantes, a fin de crear polémica y conflictos interpersonales que generen mayor raiting.
Incluso recordó como la producción hizo que su entonces exnovio la sorprendiera proponiéndole matrimonio, como una estrategia de rating, aun sabiendo el programa que ella y él ya habían terminado su romance.
“Durante el tiempo que estás en el show, no tienes acceso a teléfono, ni a llamadas. No podias ver el show, hay peleas, guerras… te trabajan con todas tus emociones para que ese sea un show”, dijo la cubana, advirtiendo sin embargo que la ganadora logra tener una evolución destacable en poco tiempo.
“La que termina sale con un bagaje tremendo”, dijo la joven exconcursante, quien confesó que audicionó tres veces al show de Univisión, y quien se convirtió en la gran favorita del exigente Osmel Sousa.
Sobre si ser cubana jugó en contra para no ser coronada en su año, donde ganó la boricua Aleyda Ortíz, la exconcursante manifestó que a nivel personal no sintió ningún rechazo ni dscriminación, sino por el contrario mucho cariño y apoyo de diseñadores y miembros de la producción, pero dijo que sabiendo que personas de otros países latinos tienen mayor población en Estados Unidos, quizá sea algo que al final cuente.
“Si el rating de ellos principalmente es de Puerto Rico, Dominicana, Centroamérica y México, esa es la gente que quieren que se quede representando esa marca”, dijo Alina. “Es puramente negocio, lo siento así”.
Dinos que piensas de las declaraciones de Alina.