El Yom Kippur, que significa Día de la Expiación, es la fiesta de la comunidad judía más sagrada y solemne de todo el año, por ser un día de restauración de la relación con Dios a través de su perdón divino, luego de haberse arrepentido y haber hecho penitencia por los diez días del Rosh Hashaná.
En hebreo “Yom” significa día, y “Kippur” significa expiación, limpiar las culpas por medio de un sacrificio. La palabra raíz kapar significa hacer expiación, reconciliar, purgar; otra palabra derivada es koper, la cual significa rescate, y es paralela a la palabra redimir. Significa expiación por medio de ofrecer un sustituto. La palabra koper en la Biblia, era utilizada comúnmente para referirse a los rituales de los sacerdotes levitas al salpicar la sangre del sacrificio y hacer expiación para el pecador.
¿Cuándo es la celebración este año?
De acuerdo con La Nación, Yom Kippur se celebra el décimo día del mes llamado “Tishréi” (septiembre) dentro del calendario lunar judío. Se trata del primer mes del calendario hebreo moderno, que simboliza la creación del mundo.
Este 2021, el Yom Kippur se celebra desde la aparición de la primera estrella en el atardecer del miércoles del 15 de septiembre, y culmina al anochecer del jueves 16 de septiembre.
¿Cómo surgió esta festividad?
Según la tradición judía del Yom Kippur tiene su origen en la época de Moisés y el éxodo que tuvo que vivir el pueblo de Israel cuando salió de Egipto. Cuenta la historia que Moisés subió al Monte Sinaí, para recibir los diez mandamientos de Dios, pero que cuando bajó de la montaña encontró que su pueblo departía en una fiesta en adoración a la imagen de un becerro de oro, por lo que, colmado de furia por la afrenta contra Dios, Moisés procedió a destruir el becerro, al igual que las tablas de los mandamientos.
Según Parade, esto llevó a Moisés (el mismo mensch que sacó a los israelitas de Egipto) a escalar el monte Sinaí para pedirle a Dios que los perdonara. Dios solo cedió después de dos períodos de 40 días en la cima del monte Sinaí. Yom Kippur honra el día en que Moisés descendió de la montaña después de que Dios perdonó a los israelitas.
El Señor le dijo a Moisés: “Asegúrate de celebrar el Día del Perdón el décimo día del mismo mes, nueve días después del Festival de las Trompetas. Lo celebrarás como día oficial de asamblea santa, un día para negarte a ti mismo y presentar ofrendas especiales al Señor. No hagas ningún trabajo durante todo el día porque es el Día del perdón, cuando se presentan ofrendas de purificación por ti, para hacerte justo ante el Señor tu Dios. Los que no se nieguen a sí mismos en ese día serán excluidos del pueblo de Dios; y yo destruiré a aquellos de entre ustedes que hagan algún trabajo en ese día. ¡No deberás hacer ningún trabajo en absoluto! Esta es una ley perpetua para ti, que se cumplirá de generación en generación dondequiera que vivas. Este será un día de descanso absoluto, y en ese día debes negarte a ti mismo. Este día de descanso comenzará a la caída del sol del noveno día del mes y se extenderá hasta la caída del sol del décimo día”. — Levítico 23:26-32
Ritual del perdón
Descrito en Levítico 16:1-34, el ritual de la expiación comenzó con Aaron, o los futuros sumos sacerdotes de Israel, que entraban al lugar santísimo. Dios destacaba la solemnidad de la jornada diciéndole a Moisés que advirtiera a Aarón para no entrar en el lugar santísimo cada vez que sentía hacerlo, sino solamente en este día especial una vez al año, para que no muriera (v.2). Esta era una ceremonia que no había que tomarse a la ligera, y el pueblo tenía que entender que la expiación por el pecado debía hacerse a la manera de Dios. Antes de entrar en el tabernáculo, Aarón tenía que lavar su cuerpo y colocarse una ropa especial (v.4), luego, sacrificar un becerro como ofrenda por el pecado para él y su familia (v.6,11). La sangre del becerro había que esparcirla en el arca del pacto. Después, Aarón debía traer dos machos cabríos, uno para ser sacrificado “a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados” (v.16), y su sangre era rociada en el arca del pacto. El otro macho cabrío fue utilizado como chivo expiatorio. Aarón ponía sus manos sobre su cabeza y confesaba sobre él la rebelión y la maldad de los hijos de Israel, y lo soltaba en el desierto por mano de un hombre destinado para esto (v.21). El macho cabrío llevaba sobre sí todos los pecados del pueblo, que eran perdonados por otro año (v.30).
Como se puede ver, el Yom Kippur, es un día completamente de recogimiento espiritual, de oración y de encuentro con Dios en las sinagogas. Ese día no se trabaja, no hay fiestas y no se realiza ninguna otra actividad que no sea dedicada a la plegaria y la oración para recibir el perdón y seguir un nuevo año limpio de culpas.
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