Eugenio Derbez contó de una manera amena y divertida como solo él sabe hacerlo, y al cual nos tiene acostumbrados, una experiencia que vivió con su hijo José Eduardo, cuya mamá es la famosa actriz Victoria Ruffo.
De manera des complicada el comediante narró a su otro hijo Vadhir, quien lo acompañaba como copiloto dentro del auto que su padre conducía lo que pasó con José, que lo sorprendió mucho, según lo dio a conocer el programa Despierta América.
“Un día se fue a vivir conmigo”, comenzó diciendo el actor refiriéndose a José Eduardo, “un día de repente me dijo pa me pelie con mi mamá, y yo dije: ¿what?, porque no podía creer que se haya peleado con su mamá porque son así (muy unidos) y Vadhir reafirmó: “ay si mi hermano toda la vida tuvo mamitis” y Eugenio continuo: “si mamitis cañón y de repente fue a vivirse conmigo y yo ¿cómo? te van a desheredar y literal fue de “te voy a desheredar”, dijo el famoso mexicano.
Entonces el esposo de Alessandra Rosaldo relató que pasó durante el tiempo que el joven estuvo morando bajo su techo.
“Estuvo conmigo viviendo un buen rato más o menos como unos tres, cuatro meses en donde conoció la disciplina y estuvo conmigo hasta que un día me dijo: “papá qué onda con el coche, porque allá mi mamá me daba coche”, declaró Eugenio recalcando que él no cayó en ese juego de que mamá me daba un coche, entonces tú que me das.
“Me la aplicó, mi mamá me dio un coche, tú que me das y yo dije: te rento un coche pero el más barato que exista, ya se aburrió y luego no le gusto”, subrayó el artista, quien relató como terminó esa anécdota de la convivencia con su segundo hijo varón.
“Y en esas le habló la mamá y le dijo: “si te vienes conmigo y dejas a tú papá te voy a dar un coche”,subrayó el comediante y agregó: “no se una camioneta así super ultra mega ka”, enfatizando además que en ese momento el joven comenzó a negociar la estadía en la casa de su padre.
“Mi mamá dijo que si me regreso con ella me va a dar una camioneta, tú que me das, ¿me cambias el coche que me rentaste ?, y Eugenio riendo con picardía concluyó la historia diciendo: “no mi amorcito, perdón pero no, pero te sigo conservando tu coche de renta, ¿y qué creen?, pues que se fue”.