Así fue la boda de Lady Di y el Príncipe Carlos hace 38 años: revívela aquí

Por ahí dicen que el tiempo vuela, y esa premisa parece cobrar más fuerza cuando pensamos en la llamada boda del siglo pasado, que en un día como hoy, hace 38 años protagonizaron la carismática Lady Diana y el príncipe Carlos de Inglaterra.

Aunque la popular Lady Di cumplirá el próximo 31 de agosto 22 años de haber fallecido, el mundo no deja de recordarla cada vez que llega un aniversario más de aquella mañana de 1981 en la que vestida de blanco, como una princesa de un cuento de hadas, y en una transmisión que vieron en directo más de 750 millones de televidentes en todos los rincones del mundo, se juró amor eterno con Carlos.

Hasta el día de hoy resulta impensable la idea de que otra boda haya superado esa celebración, que sigue intacta en la mente de quienes la siguieron en vivo o por televisión y radio y que nuevas generaciones han visto en videos, como los que te presentamos aquí.

Y es que pese al paso del tiempo, cada 29 de julio salen a relucir diferentes comentarios alrededor de lo que fue el matrimonio de la princesa y el heredero de la corona inglesa, quienes solo duraron casados 15 años y luego se divorciaron, tras cuatro de estar separados, en medio de un sonado escándalo, donde salieron a relucir mentiras, drama, traiciones y hasta partes muy oscuras de la familia real.

Y sin duda alguna, desde el primero momento y hasta la época actual los ojos de quienes siguen la vida de la realeza británica no dejan de mirar a Camila Parker Bowles, el gran y verdadero amor de Carlos, hoy convertida en su esposa, que desde el mismísimo día de la boda de Lady Di fue una sombra incómoda.

“Fue el peor día de mi vida. Mientras caminaba en dirección al altar, vi a Camila. Estaba vestida de gris claro, junto a su hijo. ‘Bueno. Estamos todos’, pensé”, aseguró Lady Di a su profesor de oratoria, Peter Sttelen, en una entrevista grabadas entre 1992 y 1993, que formó parte del documental Diana, que salió al aire en 2017, según revela Infobae.

Y viendo el lado más frívolo de aquella boda, para muchos fue una cátedra de buen gusto y moda que Diana mostró siempre, con un traje blanco de eterna cola, elaborado en tafetán de seda, manga de farola y moño, con 10.000 perlas bordadas, obra de los modistos Elizabeth y David Emmanuel.

En ese entonces Diana apenas tenía 20 años y Carlos 32.