Alejandra Espinoza no solo se ha convertido en una de las mujeres más famosas de la televisión hispana desde que ganó el concurso de Nuestra Belleza Latina en 2007, sino que además siempre transmite una imagen de seguridad que muchas de su seguidoras elogian, pero no siempre fue así.
La bella mexicana confesó a través de un video compartido en Youtube, que desde que era una adolescente empezó a tener problemas de autoestima, por cuenta del tamaño de sus senos, lo que le generó muchas inseguridades.
“A los 16 años empecé a desarrollarme de adelante y yo no estaba como que muy contenta al respecto. Y eso fue algo muy personal porque todas mis hermanas son de bubis grandes y a todas les encantan, pero a mí nunca me gustaron. No me gustaba para nada, siempre andaba como que en camiseta, no me gustaba como que enseñarlas mucho, no me podía poner mucha ropa que quería. Yo siempre he sido súper atleta, a mí siempre me ha gustado hacer ejercicio, yo jugaba fútbol cuando estaba en la escuela. Y eso era un limitante… el punto es que nunca me gustaron, nunca me sentí cómoda”, se sinceró la exreina de belleza, quien agregó que incluso cuando participó en NBL tenía ese “trauma”.
“Todas tenían vestidos bien bonitos. Si se dan cuenta y se ponen a ver mi vestido de la coronación, era el vestido menos bonito, porque me quedaba grande y como que no me hormaba bonito de las bubis. Yo creo que si yo hubiera tenido las bubis arregladas para Nuestra belleza Latina, hubiese estado 100 por ciento más segura de mí”, confesó la conductora de televisión, agregando que solo cuando se operó para reducir el tamaño, se sintió mejor.
“En cuanto empecé a ganar un poquito más y junté el dinero me operé, es bien cara la cirugía, porque mi cirugía no fue de poner implantes y ahí vas, mi cirugía era una cirugía reconstructiva, o sea, que había que cortar, había que hacer un desastre. Yo no quería que me pusieran implantes, pero entonces el doctor me dijo que era casi obligatorio ponerte implantes porque si no te queda ahí todo raro. Le dije que no quería bubis, que lo menos que me pudiese dejar”, explicó la mexicana, al tiempo que dijo que al principio las cosas no salieron bien.
“Cuando me operan, perfecto, yo salgo del hospital, estoy una semana en recuperación y cuando me empiezo a ver como que las tengo muy grandes y no me gustaban. No era como yo quería o como yo me imaginaba. Entonces en cuanto pasó yo creo, en mi siguiente follow up, yo fui y le dije al doctor: ‘es que yo las siento muy grandes’. Y me dice ‘ah es que tú querías menos, pero yo pensé que por tu altura que por esto te puse tanto’”, reveló Espinoza, quien se sometió a una segunda cirugía.
“Yo me acuerdo que yo salí de ahí histérica, llorando con Anibal y le dije: ‘no, pero si yo pagué por algo y yo quería algo, pero por qué… Me volvieron a operar, me vuelve a operar el doctor y me las quitó ahora sí. Me sacó todo lo que pudo. Me puso lo menos que se puede poner. El implante más pequeño que existe del universo lo tenía”, dijo la animadora, de 32 años, confesando que no falta quien le hace comentarios desagradables, pero no le importa, porque la “pesadilla” de sus senos grandes terminó y eso la hace muy feliz.
“Me critican un montón, que si parezco una tabla y yo soy la mujer más feliz del mundo, a mí no me importa. Cuando me dicen que no tengo nada de bubis, me da igual, si me las quité por gusto, no tengo porque no quiero, no porque no tenía. Para mí vestirme es mucho más fácil ahora”, concluyó la exreina.