Pablo Escobar fue uno de los narcotraficantes más famosos del mundo en la época de los 80. El colombiano se convirtió en uno de los hombres más temidos y peligrosos en su país. Pero en su hogar, Escobar era un padre ejemplar que amaba a sus dos únicos hijos: Manuela Escobar y Juan Pablo Escobar.
Ellos son productos del matrimonio de Escobar con Victoria Eugenia Henao. Juan Pablo nació un 24 de febrero de 1977 y Manuela el 24 de mayo de 1984. Ambos tuvieron que cambiarse el nombre y se vieron forzados en dejar Colombia para buscar exilio en Argentina. Así es, a los 9 años de edad Manuela pasó a llamarse Juana Manuela Marroquín y su hermano Sebastían Marroquín. También la madre de los chicos se convirtió en Isabel Santos. “Mi hija Manuela ha tenido serios problemas por cuenta de la vida que llevamos. Es difícil decirle a una niña, que adoraba a su papá, que tiene que cambiar de nombre y ocultarlo. Que tiene que decirles a sus compañeritos de colegio que su papá era un cafetero que murió en un accidente de tránsito”, reveló la viuda de Escobar a Semana en 2002.
En el pasar de los años, Victoria Eugenia (Isabel Santos) y su hijo aceptaron hacer entrevistas. Pero Manuela (Juana Manuela) siempre se mantuvo alejada. Nadie sabia nada de ella. Hasta que un periodista llamado José Alejandro Castaño se obsesionó con la vida de quien fue la niña de los ojos del gran narcotraficante. Él averiguo que Escobar era un hombre afectuoso, juguetón y creativo con su hija. El periodista también entrevista a una ex mujer del narcotraficante y le contó que ella había quedado embarazada de él pero este la obligó a abortar porque le había jurado a su hija Manuela que ella seria la última descendiente.
Escobar le cumplía todo a su hija. Una vez le pidió un unicornio para navidad. Los empleados de Escobar buscaron un caballo blanco y le pegaron con grapas un cuerno bajo su crin, luego el animal falleció por una infección, según el reportaje del periodista. Si la pequeña quería una jirafa, se la traían de Africa; si quería conocer a algún personaje famoso, se lo cumplía.
Por otro lado, el hijo de Escobar siempre fue más abierto con los medios. Sebastian creció en Argentina y estudió arquitectura en la Universidad de Palermo y obtuvo el titulo de diseñador industrial en la Escuela Técnica ORT.
En 2009, estrenó el documental titulado Los pecados de mi padre, tambien maneja una marca de ropa Escobar Henao, donde plasma imágenes de su padre, y lanzó un libro titulado Pablo Escobar Mi Padre. “Mi padre no fue un gran contribuyente de Paz y dejó a su paso una cultura de violencia y de ausencia de Valores Humanos que acabó con los sueños de Colombianos muy queridos y que terminó con su propia vida a los 44 años. Yo estuve a punto de caer en el error de repetir su historia y a pesar de haber sido uno de sus más duros críticos, nunca abandoné el amor y el respeto que como hijo le debo y profeso. Vi también a mi padre hacer cosas muy buenas. Las malas ya se conocen suficiente. Debo respeto a toda víctima, y así a mi padre, en nombre del amor y de las cosas positivas que tuve el privilegio de conocer de él. Es un equilibrio difícil de encontrar”, escribió Sebastian en su blog.