La moda es muchas cosas: es práctica, es comunicativa, es comercial y es competitiva.
Si le echamos un vistazo a la moda de París 2024, encontramos que hay países que han diseñado múltiples uniformes para las ceremonias de inauguración y clausura, los podios, los encuentros con medios de comunicación y los acontecimientos deportivos. Algunos países cuentan a través de su indumentaria detalles sutiles o extravagantes de su historia. Otros se han inspirado en el estilo parisino haciendo un guiño a la ciudad anfitriona.
También hay países que han recurrido a las últimas tecnologías para producir tejidos sostenibles o materiales reciclados, así como otros que han echado mano de diseñadores y marcas nacionales para confeccionar sus uniformes.
En cualquier caso, tienen algo en común: representan a su país y tratan de comunicar su esencia en la cita deportiva mundial.
He seleccionado los cinco mejores uniformes para las ceremonias de inauguración y clausura basándome en la historia, el significado y la estética general de sus diseños. Los elegidos coinciden en una expresión creativa de orgullo nacional que resuena con mi preferencia de moda y estilo.
Haití
El uniforme de ceremonia de apertura haitiano, obra de la diseñadora haitiano-italiana Stella Jean, representa y exhibe la belleza, la fuerza y la artesanía de Haití.
La obra del pintor haitiano Philippe Dodard se incluye en la falda de línea A de las mujeres, así como en los pantalones y el pañuelo de los hombres. Las otras capas de azul y blanco combinan a la perfección con el estampado artístico.
Las mujeres llevan camisas de chambray tejidas en Haití, que representan la tradición haitiana de la producción de chambray. El tejido reciclado es la base del blazer blanco de manga corta de las mujeres, que luce el emblema olímpico haitiano.
La chaqueta azul masculina se inspira en las guayaberas, prendas habituales en Haití. Esta chaqueta lleva el emblema olímpico haitiano y, debajo, una camisa de rayas azules.
Mongolia
Los uniformes de las ceremonias de inauguración y clausura de Mongolia fueron confeccionados por la marca Michel&Amazonka, dirigida por las hermanas que le dan nombre. Cada uniforme, cuya confección requirió una media de 20 horas, incorpora múltiples motivos culturales y de temática olímpica.
Estos intrincados detalles incluyen el emblema de Mongolia, el “Soyombo”, motivos parisinos y olímpicos –como la antorcha olímpica y los anillos– y paisajes de montañas y nubes.
Se han diseñado cuatro uniformes diferentes para las ceremonias de inauguración y clausura para los abanderados masculinos y femeninos y los atletas. Los abanderados llevan un caftán de inspiración tradicional y un cinturón; los atletas, pantalones y falda.
Los cuatro looks lucen chalecos bordados, de color azul para los hombres y blanco para las mujeres. El chaleco, delante y en el centro, anuncia “Go Mongolia Team”.
Canadá
Para confeccionar los uniformes de Canadá, la multinacional estadounidense-canadiense de ropa deportiva lululemon consultó a 19 atletas olímpicos y paralímpicos de 14 deportes diferentes.
El orgullo nacional se identificó como una prioridad clave y está significativamente presente en los uniformes. Las otras prioridades eran la practicidad, la flexibilidad y la comodidad.
Para el uniforme de la ceremonia de apertura, la marca diseñó un estampado que representa el arte, el diseño y el medio ambiente canadienses. Por su parte, el exquisito uniforme de la ceremonia de clausura lleva un estampado del artista indígena Mason Mashon inspirado en las auroras boreales.
Todos los uniformes se han confeccionado para que resulten cómodos. Incluyen un poncho para la lluvia que se puede llevar en la mochila, una cazadora con correas interiores que sirve como mochila improvisada y camisetas resistentes al agua.
Irlanda
Los trajes de la ceremonia de apertura y las chaquetas de la ceremonia de clausura irlandeses, obra de la diseñadora Laura Weber, se distinguen por su simbolismo y su sostenibilidad.
Afincada en Nueva York, Weber creó el uniforme para que los atletas se sintieran lo mejor posible, estuvieran cómodos con los tejidos y celebraran su cultura irlandesa.
El tejido sostenible, fabricado a partir de camisetas recicladas y botellas de PET (tafetán ECO-Hybrid), retira la humedad de la piel. La estética del uniforme es un blanco nítido con delicados bordados.
Estos bordados incluyen la bandera irlandesa en el ribete del pantalón, broches de trébol hechos a mano en la solapa de la chaqueta, letras tejidas a mano que deletrean Irlanda y parches individuales personalizados que representan el emblema del condado de cada atleta.
Taipéi Chino/Taiwán
El uniforme de gala de Taiwán, al que el Comité Olímpico Internacional denomina Taipéi Chino, defiende los materiales ecológicos y el patrimonio cultural. Diseñado por el fundador de Just In XX, Justin Chou, el material elástico y texturizado representa los océanos, las ciudades y las montañas de Taiwán.
Los conjuntos están confeccionados con materiales que enfrían el cuerpo al contacto con el agua o el sudor.
Gracias a la colaboración con la artesana Yen Yu-Ying, produjeron punteras de zapatos de piel tejida con seda de plátano. Lin Pei-ying elaboró a mano flores de ciruelo, la flor nacional de Taiwán, y flores de colza para adornar el abrigo.
El artista abstracto Lin Guo-Qing creó el estampado de la camisa y el pañuelo. Diseñado con los colores rojo, blanco y azul del equipo, el texto repetido en un patrón de rayas cruzadas dice “Taipéi Chino”. Y, cuando se invierte, Jiayou, una expresión de ánimo.
Todos estos uniformes sirven para que los atletas den lo mejor de sí mismos, se enorgullezcan de sus trajes nacionales y sientan que les representan de verdad.
Todos los uniformes son cautivadores, ya sean sencillos, elegantes, innovadores, prácticos, únicos o futuristas. Traducir el diseño de un país a través de la moda deportiva es un reto considerable que estos cinco ejemplos han sabido superar.
Por Treena Clark, Chancellor’s Indigenous Research Fellow, Faculty of Design, Architecture and Building, University of Technology Sydney
Este artículo se vuelve a publicar de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.