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Para Tigres, esta década ha sido una llena de éxitos. Pero le faltaba un título más para darle ese punto de exclamación a la época del Ricardo Ferretti. Además una final a nivel continental tenía un peso muy particular. Sus cuatro finales internacionales previas (si incluyes la final de la Copa Libertadores del 2015) los vieron derrotados y parecía que el sueño de ganar un título continental era solamente eso. Pero al final el equipo del Tuca Ferretti pudo darle vuelta al partido y ganar por 2-1 en el Exploria Stadium en Orlando.
Esta final tuvo un tramo en el cual el dolor pudo haber sido doble. Parecía que un equipo de la MLS estaba a punto de romper la hegemonía mexicana en la liga de Campeones de la CONCACAF, a costillas del equipo regio. LAFC fue visto durante todo este torneo como el equipo verdugo de los mexicanos en este torneo y se mereció ese sobrenombre.
Pero el equipo de Los Ángeles no supo cómo manejar el rol invertido. Después de un primer tiempo en el que LAFC jugó mejor, ellos consiguieron la ventaja finalmente en el minuto 61 gracias a un pase certero de Marc-Anthony Kaye que encontró a Diego Rossi para darle la ventaja 1-0. En esta jugada, Carlos Vela tuvo mucho que ver en ese jugada pero su relevancia en el partido no fue la misma a comparación de lo que pudo ser en enfrentamientos previos.
Entre la inocencia y la mala defensa
Tigres parecía fulminado físicamente. Durante el partido, el equipo mexicano no tuvo suficiente potencia y solvencia en su juego especialmente en tres cuartos de cancha. Los estadounidenses parecían estar más frescos, pero le dieron el balón a Tigres. Pero lo que le dio esperanza fue cómo manejó su rival ese parte del partido.
Ahí comenzó la debacle del equipo de Bob Bradley.
En el minuto 72, LAFC tuvo su primer despiste y lo costó caro. En un tiro de esquina, el equipo angelino marcó en zona y no tuvo en cuenta a Hugo Ayala. El servicio encontró solo a Ayala por el primer palo y con ese regalo de Navidad, se empató el partido.
Doce minutos más tarde, el descalabro se consumó. Chaka Rodríguez recibió el balón por derecha y avanzó desde mitad de cancha en lo que terminó siendo un tres contra seis. El lateral derecho felino lo defendían cuatro y aún así pudo superarlos para encontrar solo a André-Pierre Gignac, quien con un remate de primera le cambió el palo a Kenneth Vermeer para darle vuelta al resultado.
Después de ese momento, Tigres supo controlar el marcador y finalmente poder ganar su primer título continental.
Un calendario intenso en el 2021
Los del Tuca Ferretti tienen poco tiempo para descansar ya que la liga doméstica comienza el fin de semana del 8 de enero cuando enfrenta a León en El Volcán. Pero en el mes de febrero tendrán que viajar a Catar para jugar el Mundial de Clubes. Por causa de esta participación, sus partidos correspondientes a esas fechas contra Bravos y Cruz Azul tendrán que ser reprogramados, especialmente si llega a la final contra probablemente el Bayern Múnich.
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