Desde su fundación como franquicia de la NFL, el equipo que jugaba en la capital estadounidense se llamaba los Washington Redskins. Durante varios años se había pedido y protestado a la directiva de este equipo que se cambiara este nombre ya tiene una connotación racista contra los pueblos nativos estadounidenses.
El jueves, esta franquicia anunció que su equipo se llamará el “Washington Football Team” (Equipo de Fútbol de Washington). El equipo se decidió por este nombre de manera temporal hasta que puedan encontrar un nombre apropiado después de recibir “las sugerencias de jugadores, exjugadores, fanáticos, auspiciantes y la comunidad,” indicó el equipo.
Esto terminó siendo un giro de 180 grados. En el 2013, Snyder había sido tajante al decir que su equipo “nunca iba a cambiar su nombre“.
Protesta contra Redskins
Tanto fue su convicción que dijo que “pueden usar letras mayúsculas: NUNCA”. Durante su época como propietario, Snyder siempre ha apelado a la “tradición” del nombre.
Sin embargo, este argumento no ha sido suficiente para evitar demandas judiciales por parte de grupos indigenas. También fue un detonante que generó muchas peleas entre él y los fanáticos del equipo.
Anuncio de cambio
La Crisis Institucional
La administración del equipo también se encontraba en el medio de una encrucijada social. No solamente estaba siendo criticado por su manejo de su nombre, sino que sus abogados estaban muy ocupados apagando incendios. En las últimas semanas, se reportó que el propietario mayoritario del equipo, Dan Snyder, sabía sobre 15 casos de acoso sexual de exempleadas de la entidad y dos reporteras que cubrían el equipo. Snyder contestó que este tipo de comportamiento “no tiene lugar” en ni en su franquicia ni en la sociedad.
Snyder prometió hacer cambios dentro del equipo en base a lo que encuentren en sus investigaciones. Uno de los que se vio afectado por este escándalo directamente fue el narrador de las transmisiones del equipo, Larry Michael. El periodista anunció su retiro al salir un explosivo informe de The Washington Post que destapó este escándalo y él se encontraba entre los involucrados.
Snyder, era un fanático desde chico de los Redskins y cuando se convirtió en multimillonario por sus emprendimientos en la industria de comunicaciones vio como algo viable comprar al equipo que pasaba por un mal momento. Finalmente se convirtió en propietario de este equipo desde 1999 cuando la compró de la familia del fallecido Jack Kent Cooke. Bajo el liderazgo de Snyder, la institución continuó con estos problemas y a eso se le añadieron los problemas de imagen pública que terminó sacando al equipo de un puesto de relevancia que había adquirido durante su época gloriosas.