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Pasaron catorce años, pero aún se recuerda como una de las jugadas más famosas del fútbol moderno. Una estatua, murales y hasta remeras se han hecho del cabezazo del francés Zinedine Zidane al defensor italiano Marco Materazzi en la final del Mundial Alemania 2006.
Ocurrió el 9 de julio de 2006 en el Estadio Olímpico de Berlín. La Francia dirigida por Raymond Domenech venía de vencer a Portugal (1-0) en semifinales mientras que Italia había hecho lo propio con el anfitrión, Alemania (2-0).
La final estaba empatada 1 a 1, se jugaban cinco minutos del segundo tiempo del alargue cuando se produjo la agresión del 10 de Francia al defensor italiano. El árbitro argentino Horacio Elizondo no dudó y le mostró la tarjeta roja.
El pasado fin de semana, en una transmisión en vivo de Instagram, Materazzi reveló cuáles fueron exactamente sus palabras para desatar la ira de su adversario. Zidane fue expulsado y no pudo participar de la tanda de penaltis.
“Tuvimos un contacto en el área. Estuvo cerca de hacer un gol en el primer período de tiempo extra y Rino Gattuso me pidió que lo marcara bien. No quería recibir más regaños de Gattuso. Después del primer choque le pedí disculpas y él reaccionó”, inició su relato el exdefensor del Inter de Milán.
Getty Images.El cabezazo de Zidane a Materazzi, inmortalizado en un mural.
“En el tercer choque fruncí el ceño… Él dijo: ‘Mi camiseta te la daré desués’. Le respondí que prefería a la hermana.No esperaba el cabezazo en ese momento. Tuve la suerte de no esperar ese episodio, porque si me estuviera preparando ambos hubiésemos terminado en el vestuario”, agregó Materazzi.
No era la primera vez que el italiano se refería a ese famoso incidente. Algunos años atrás, había desmentido que su provocación a Zidane estuviera vinculada con los orígenes argelinos del astro o mucho menos con la madre del actual entrenador del Real Madrid.
Tal día como hoy en 2006 Zinedine Zidane vivía su episodio más oscuro tras ser expulsado en la final del mundial de Alemania por dar un cabezazo a Materazzi.
La prensa mundial especuló con que Marco le había dicho “árabe-terrorista”: “Soy un ignorante; no sé si quiera qué es el terrorismo islámico (…) Tampoco mencioné a la madre de Zidane; para mí una madre es sagrada”
“Le dije unas palabras estúpidas que no podían provocar tal reacción. En cualquier campo de Roma, Nápoles, Milán o París se escuchan cosas bastante peores. Hablé de su hermana, pero no de su madre como leí en algunos diarios. Mi madre murió cuando yo tenía 15 años, por lo que nunca caería tan bajo de insultar a su madre”, relató aquella vez.
En su momento, esta jugada conmocionó al mundo del fútbol. Y los dirigentes no fueron la excepción. La FIFA eligió a Zidane como Balón de Oro de aquella Copa del Mundo. Superó por veinte votos al defensor de Italia Fabio Cannavaro.
Ocurre que la votación, como era habitual hasta entonces, se llevó a cabo antes del partido final. Joseph Blatter, quien era presidente del organismo, amenazó con quitarle a Zidane ese galardón debido a la expulsión que había sufrido en la final, una actitud inadmisible para los valores del fair-play que la FIFA pregona. Finalmente eso no ocurrió.
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