Rafael Nadal enfrentó a Hyeon Chung en una nueva jornada del US Open 2019, que se lleva a cabo en el parque de Flushing, en Nueva York, y como se pronosticaba, resultó victorioso, pero no brindó uno de sus mejores juegos.
El español se impuso sobre su rival con marcadores de 6-3, 6-4 y 6-2, en rondas donde no hubo muchas jugadas bellas pero apeló a la efectividad.
Aunque el coreano intentó frenar al español, no lo consiguió en ninguno de los sets y prácticamente le resultó relativamente fácil al número 2 del mundo mandar a casa a su oponente, con lo que de paso avanzó a los octavos de final.
El coreano, ubicado en la posición número 170, luego de haber probado las mieles de ser número 19, ranking que perdió por una lesión que lo alejó cinco meses de la cancha, se fue con aplausos del público y elogios de Nadal.
“Cuando está sano, ha demostrado a todos lo bueno que es”, dijo Nadal sobre Hyeon Chung al terminar el juego. “Venía de la cualificación y tuvo que jugar dos partidos a cinco sets. Espero que la salud le respete”.
En la ronda anterior, el coreano había tomado fuerza tras derrotar al español Fernando Verdasco.
La siguiente prueba de fuego de Nadal será contra el ganador del encuentro entre Marin Cilic y John Isner.
Y aunque Nadal no ha jugado muchas horas en este abierto, debido a que uno de sus rivales se retiró por problemas en el hombre, el español, menos cansado, no se confía.
“Nunca se sabe qué es mejor. Lo importante es que estoy en la cuarta ronda. El año pasado tuve muchos partidos duros y tuve que retirarme en la semifinal por lesión. Ahora sólo quiero pensar en entrenar bien mañana y hacer un buen partido pasado”, dijo el tenista, quien al ser interrogado por los reporteros sobre la clave que usará para seguir avanzando dijo: “La clave será jugar bien. Ahora llegan los momentos en que hay que apretar, en que hay que dar el 100%”.
Mira las mejores jugadas que tuvo Nadal en el juego con su rival coreano y dinos si crees que esta vez le ves manera de ganador del torneo a Nadal o crees que puede quedarse a la mitad del camino.