De niñas nos dijeron que los hoyuelos en las mejillas eran adorables, y en la adolescencia las que los tenían pensaban que eran su encanto, de hecho en la juventud se aseguraban de sonreír más, pero aquí está el problema, esos hoyuelos que una vez amaron parece que se extendieron a los muslos, nalgas y glúteos.
Como se que todas se quieren sentir bien en su propia piel, es hora de poner a prueba estos aceites y cremas anticelulíticas y ¡ver los resultados ya!