Michelle y Barack Obama llegaron a la Convención Nacional Demócrata para respaldar a Kamala Harris, pidiendo a los partidarios del partido en todo Estados Unidos a acudir y votar para derrotar a Donald Trump en noviembre.
“La esperanza está regresando”, dijo la señora Obama, de 60 años, a la multitud en el Comité Nacional Demócrata en Chicago, haciendo eco de la promesa de campaña de su marido de “esperanza y cambio”. La esposa de Barack Obama agregó que “Necesitamos votar en números que despejen cualquier duda. Necesitamos superar cualquier intento de reprimirnos”.
Barack Obama hizo eco a las palabras de Michelle. Además la pareja advirtió a su partido que no perdieran de vista lo que sigue siendo una contienda extremadamente reñida en medio del entusiasmo por la campaña de Harris. “No se equivoquen, será una lucha”, dijo el ex presidente Obama, de 63 años. “Este es un multimillonario de 78 años que no ha dejado de quejarse de sus problemas desde que subió por su escalera mecánica dorada hace nueve años”, dijo. “Ha sido un flujo constante de quejas y agravios que en realidad ha empeorado ahora que tiene miedo de perder ante Kamala”.
Y continuó: “Los apodos infantiles y las locas teorías de conspiración. Esta extraña obsesión por el tamaño de las multitudes. Simplemente sigue y sigue. El otro día escuché a alguien comparar a Trump con el vecino que sigue prendiendo su soplador de hojas afuera de su ventana cada minuto de cada día. De un vecino, eso es agotador. Para un presidente, es simplemente peligroso”.
Trump ve el poder nada más que como un medio para sus fines, dijo Obama, acusando al expresidente de querer otro recorte de impuestos que ayude a sus amigos ricos y de arruinar un acuerdo de inmigración bipartidista porque tratar de resolver el problema dañaría su campaña.
Cuando los delegados empezaron a abuchear, Obama dijo: “No abucheen. ¡Voten!”
Obama, cuyo revolucionario discurso en 2004 había argumentado que no hay un Estados Unidos liberal y un Estados Unidos conservador, sino sólo un Estados Unidos de América, luego Trump criticó por tratar deliberadamente de poner a los estadounidenses unos contra otros.“Sobre todo, Donald Trump quiere que pensemos que este país está irremediablemente dividido entre nosotros y ellos; entre los estadounidenses ‘reales’ que, por supuesto, lo apoyan y los forasteros que no lo hacen. Y quiere que pienses que serás más rico y estarás más seguro si le das el poder de poner a esas ‘otras’ personas nuevamente en su lugar. Es uno de los trucos más antiguos de la política, de un tipo cuyo actuar se ha vuelto bastante obsoleto”.