¿Qué pasó en el capítulo final de “Silvana sin Lana?

Carlos Ponce y Maritza Bustamante se despidieron de la audiencia. (Cortesía Telemundo)

Carlos Ponce y Maritza Bustamante se despidieron de la audiencia. (Cortesía Telemundo)

El amor, la música y el baile destacaron en el capítulo final de la telenovela “Silvana Sin Lana“, protagonizada por Carlos Ponce, Maritza Rodríguez y Adriana Barraza.

La  comedia romantica que contó la historia de una mujer rica que lo perdió todo y se tuvo que mudar con su madre y sus tres hijas a un barrio de clase obrera, donde conoció a Manuel, un vendedor de pescado con una fuerte aversión por la gente pedante de clase alta, llegó a su final con la alegría contagiante de la juventud.

“El amor”, derribó todas las barreras y logró imponerse a las clases sociales, fue recibido y respetado por los niños, los jóvenes y  los adultos en la historia original de Rodrigo Bastidas y Elena Muñoz que fue adaptada por Sandra Velasco y dirigida por Luis Manzo y Ricardo Schwarz.

Lo que tienes que saber:

1. María José y Vicente se comprometieron

“Angie” llevó a su hermana María José  hasta la terminal pesquera y la encerró en una camioneta estacionada en el parqueadero. Ella no sospechaba que le esperaba una gran sorpresa. Allí se encontraban los trabajadores celebrando la noticia que Poncho y Stella se convertirán en padres.

A la felicidad de los presentes se sumó el anuncio que hizo Manuel de que oficialmente él y “Chivis” estaban de novios.  La segunda hija de Silvana, los invita a todos a salir, le abre la puerta de la camioneta a su hermana que no entendía por que la había dejado allí.  Comenzó a sonar una canción que decía: “Yo soy tuyo, tu eres mía. Me caso con tus manos, con tu beso y con tu paz”. Al son de este tema  comenzó  una particular fiesta  en la que cada uno mostraba un letrero con un mensaje que “Majo” leía sorprendida.

Los carteles que portaban sus familiares y amigos contaban su historia de amor con Vicente. “Erase una vez una pareja….”. Su abuela baila y le lanza un ramillete de rosas rojas, Manuel y Silvana, bailan y se besan, todos aplauden felices, hasta que aparece el novio.

Vicente se acerca a  su novia y le pregunta: “Guera, ¿te quieres casar conmigo? A lo que ella emocionada reponde con un contundente “Sí” y lo besa apasionadamente.


2. Consejos y brindis

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La parejas conformadas por Stella y Poncho junto a Manuel y Silvana, no pierden el tiempo en la celebración y comienzan a darle consejos a los nuevos “formalmente comprometidos”  Majo y Vicente. Las recomendaciones van desde a que tipo de Universidad irán los  hijos que tendrán hasta las picantes sugerencias de Stella “de mantener activa la cotorra”. Vicente aprovecha el brindis que hacen los seis, para darle las gracias a su padre y recordar que su fallecida madre y él han sido lo mejor de su vida.  María José le promete a su novio que a su primera hija le llamará en honor a ella, “Marisol”.

Pasado  el festejo Angie y Jorge, se ponen a mirar las fotos de la particular fiesta de compromiso de su hermana mayor con Vicente, mientras comentan que ahora sí pueden estar juntos sin que nadie se oponga.


3.Doña Trini y sus negocios

La singular abuela “Trini” realizó una reunión en el negocio de Don Benito para fijar las nuevas estrategias para mejorar la panadería. En su particular manera de hablar, le dice a  los presentes que a los clientes, hay que tratarlos con mucho respeto, nada de “confianzitas”. Entre tanto, en la terminal pesquera  “El Tiburón” le ofrece al esposo de Stella que sea su sucesor allí. Éste se pone feliz, pues era uno de sus más anhelados sueños.

4. Las hijas de Silvana se reunen con su padre

Antonio José recibe  en casa a sus tres hijas. Les dice aún le falta organizar algunas cosas, pero que ya cuentan con un hogar y una mascota. Les regala un gatito. Ellas deciden ponerle “Dulce de Leche”.

María José, Angie y María Guadalupe, se sientan en el comedor junto a su padre que les dice que está contento de tenerlas allí y que cocinó para ellas. Durante la comida, él propone un brindis en honor a su hija mayor que se va a casar, y dice que aunque ese no era el final que él esperaba, las ama con todo su corazón.  Las autoriza para que lleven  sus novios a la casa. Ellas le entregan un portarretrato  que le envió Silvana donde aparecen las tres junto a él. Antonio José se emociona. Sus hijas  le prometen que siempre irán a visitarlo.

La más pequeña de las hermanas llama feliz  a Pedrito para decirle, que ya no hay ningún impedimento para que se vean  porque su padre aprueba que sean amigos. Le dice que “aunque sean distintos van a ser felices”


5.Doble boda para los protagonistas


Llegó el momento de la pareja protagónica, y Silvana estaba en su casa vestida para su matrimonio con Manuel. Como siempre,  su madre la critica diciéndole que ese vestido no esta a su altura, mientras sus hijas le dicen que esta preciosa. Doña “Trini”, le dice luego de ponerle una medallita de la virgen en el cuello, que se ve linda, porque se ve feliz. “Ese pescador te hace feliz.”, reconoce en su particular tono de voz.

Mientras la novia se alista para salir junto a su mamá y sus hijas, en la casa de Manuel éste le dice a sus hijos que “un compromiso es de amor, no  de papel”. Ellos le bromean diciéndole que parece muñequito de pastel. El novio llega a la terminal  donde está todo decorado para la boda, y permanece ante el altar.  La novia llega acompañada por sus dos hijas mayores. Ambos se paran ante sus 2 hijos menores, quienes presiden la ceremonia.

Señor Manuel Arias, alías “Tiburón”  y Señora Silvana  alias  “La Langosta”, ustedes tiene que prometernos a nosotros sus hijos  que va a reirse de  los chistes de Manuel por más malos que éstos sean.  Y el señor Manuel tiene que prometer que le va a decir a ella que se ve linda y bella todos los días. Ambos asienten.  “Los declaramos marido y mujer. (Ellos se colocan los anillos) y le  damos permiso de besar a mi mamá”, les dice Lupita.

En este instante, voltean y ven a  Lucía la hija de Manuel que vive en México. Padre e hija se abrazan y es cuando llega bastante retrazado el sacerdote que oficia “el verdadero matrimonio”.


Ya en el hogar de los felices recién casados, éstos se disponen a consumar su luna de miel, cuando de repente entran a la habitación todos los hijos de ambos  y desatan una guerra de almohadas a la que se suma la infaltable abuela “Trini”.

Todos terminan bailando afuera de la casa el tema de la novela, “Qué Bonito es lo Bonito” interpretado por Carlos Ponce, seguidos del letrero de “Fin”.