“Vives por los triples, mueres por los triples”.
Esto es algo que tiene muchos contextos posibles para el Miami Heat esta temporada. Por lo que cuando surge y no tienes el contexto del juego a mano, puede terminar siendo una de varias cosas o uno de los mayores síntomas de algo subyacente que pareciera perjudicarlos por momentos.
Ha habido partidos en los que significó que el equipo contrario simplemente logró encenderlos. Esta noche una de muchas razones fue que el Heat fue incapaz de crear y convertir lanzamientos desde ese sector de la cancha. Uno de los jugadores que fue muy observado fue Duncan Robinson, quien obtuvo 1 de 9 desde La Tierra de Los Triples y únicamente contribuyó con tres puntos. Esos fueron los únicos lanzamientos que realizó en toda la noche.
El problema se exacerbó en la segunda mitad cuando el Heat estaba abajo por 20 y dependía exclusivamente de que un lanzador se encontrara en medio de una caída.
Robinson parecía desanimado y su imposibilidad de encontrar el ritmo en este lanzamiento de larga distancia también complicó las otras facetas de su juego. Sumado a su desempeño en lanzamientos, Robinson también terminó con su peor efectividad en el partido con un -14.
En su defensa, es mucho más sencillo enfocarse en él como la única amenaza perimetral consistente para el Heat, especialmente sin Tyler Herro. Esto se agrava aún más cuando Jimmy Butler se vio forzado a permanecer en el banco debido a un coxis magullado.
De todos modos el mayor problema aquí es que su nivel de juego se está convirtiendo en una fuente de preocupación para Erik Spoelstra y su equipo.
“Tal vez sólo lo dejamos jugar un poco como señuelo y le damos algunos lanzamientos, los más sencillos”, dijo Lowry vía el Sun-Sentinel. “Mucho de nuestro ataque pasa por él moviéndose y abriéndose y recibiendo pases de Bam [Adebayo] y obstaculizando lanzamientos. ¿Quién sabe? Sólo necesitamos decir: ‘Marca de un sólo lado [una acción de bloqueo de Robinson]. Si alguien te ayuda, lo derribas’.
“Esa no es mi decisión. Son sólo opiniones”.
Al Heat le faltaron el fuego y el foco
Uno de los dichos normalmente utilizados por los locales en el sur de la Florida es “no es el calor, es la humedad”. Como mínimo, el equipo se vió empantanado. Su nivel colectivo de energía estuvo bajo y the played the part de un equipo que acaba de regresar de un viaje de nueve días.
Apuntar con un dedo hacia la falta de precisión del equipo desde el perímetro solamente sería básicamente darles la noche libre a los otros nueve dedos. Hubo varias cuestiones que parecieron estar mal con Miami contra Denver. Esa defensa cerrada no estuvo ahí contra los Nuggets.
Mientras que el mundo del básquet esperaba la “secuela” de una pelea dado que ambos hermanos Jokic estuvieron presentes – uno de ellos terminó haciéndolo todo en la cancha demostrando nuevamente por qué era material para MVP.
Y la buena noticia es…
Hubo poco por lo que alentar para la Heat Nation, eso es bastante obvio. Una vez más, hubo algunos jugadores del banco que le brindaron al equipo algo de vida y demostraron tener la personalidad necesaria para dar pelea cuando más se los necesitó y que ayudaron a que un partido disparejo no se viera como tal al mirar el marcador.
Max Strus está emergiendo como una gran opción fuera del banco dado que aportó 19 puntos. Gabe Vincent también agregó 14 a la causa perdida.
Ayudaron a Bam Adebayo (19 pts., 10 reb.) y a un Kyle Lowry batidor de récords (14 pts., 13 asist.) quien superó a Scottie Pippen en el trigésimo tercer puesto de all-time en asistencias, en un partido que se tornó muy complicado muy rápidamente.
Erik Spoelstra puede apuntarla como una mala noche y tomar debida nota de que el equipo debe mejorar, pero esta es la clase de mala noche que puede convertirse en insomne si la “pila de distintos planes” que tenía terminó siendo descartada tras caer en un agujero.
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