Halil Íbrahim Özbay
Los ganadores de las diferentes temporadas del programa de competencias, Exatlon Estados Unidos, una vez que consiguen el triunfo, se convierten en influenciadores con cientos de miles de seguidores en redes sociales, ansiosos por seguir cada paso de los campeones, y conocer como continúa la vida después del exitoso programa de competencias, cuya preferencia de la audiencia lo ha convertido en uno de los más exitosos de la cadena Telemundo.
Tal es el caso del llamado “Latin-Gringo” de la cuarta edición, Nate Burkhalter, quien pertenecía al Team Famosos y se alzó con el triunfo en la cuarta temporada de Exatlon Estados Unidos, una particularmente difícil, que vivió de cerca los embates del COVID-19, y tuvo que ser suspendida por varias semanas.
Durante su estadía en República Dominicana, Nate desde el inicio fue uno de los competidores más fuertes, no sólo en destrezas y estrategias para avanzar, sino en espíritu y fortaleza, siendo un hombre de una profunda fe cristiana que siempre intentó inculcar a todos los miembros de su equipo y que el mismo puso en práctica, cuando sufrió dos peligrosas lesiones, tanto en el pié como en el cuello, que lo obligaron a ausentarse por semanas de la competencia y poner en peligro su permanencia.
Pero nada de eso detuvo a Nate, y con su permanente sonrisa llegó hasta la gran final en donde midió fuerzas con una mujer, Alondra “Nona” Gonzalez, la futbolista mexicana que con un temple de hierro, pudo alcanzar la gloria y brindar una final de película junto a Nate.
La vida después de Exatlon Estados Unidos
Luego de triunfar en la competencia la vida de Nate en muchos aspectos nunca fue la misma, el ingeniero y filántropo estadounidense, campeón de carrera espartana, y dos veces finalista del famoso programa de competencia de NBC, American Ninja Warrior, en vista de las distintas olas de la pandemia del COVID-19, tuvo que suspender diferentes planes, dentro de los que estaban viajar por Latinoamérica, región de la que se confesó amante en una entrevista con AhoraMismo, en donde también conversó sobre los ingredientes perfectos para triunfar en la llamada “Competencia más feroz del planeta”.
Pero si bien el joven de 35 años tuvo que suspender su viaje por la región, recientemente emprendió vuelo a Costa Rica, en donde se ha dedicado a diferentes misiones de filantropía, ayudando a zonas menos privilegiadas y a conocer un poco más de la cultura, las playas y la buena energía del país cuyo slogan es “Pura Vida”.
El día de hoy, 23 de febrero, Nate cumplió 35 años y los celebró practicando deportes extremos en Costa Rica, en donde se lanzó en bungee, a lo que le encontró un significado muy especial. Así lo compartió en sus redes sociales:
“Estoy listo para saltar a nuevas aventuras a las que me lleve dios, e hice este salto como una representación de eso” Dijo Nate en Instagram.
No en vano la vida le sonríe a Nate Burkhalter, pues siempre ha sabido compaginar el deporte, con su buena actitud y su fe , ¡Es un guerrero en toda la extensión de la palabra!
Feliz cumpleaños, campeón
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