El mundo de las artes está de luto, luego de conocerse el fallecimiento de la gran bailarina cubana Alicia Alonso, considera la última figura legendaria de la danza clásica de su país, quien llevó su talento y su arte por todo el mundo, dejando en alto el nombre de la isla.
La famosa coreógrafa, quien tenía 98 años, murió este jueves, según lo dio a conocer el Ballet Nacional de Cuba (BNC), entidad que Alicia presidía, a pesar de los quebrantos de salud que enfrentaba.
La reconocida bailarina fue internada de urgencias al Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) de La Habana desde hace varios días, pero fue este jueves al medio día cuando murió.
A pesar de su avanzada edad, Alicia se mantenía vigente en todo tipo de eventos y actividades, e incluso el año pasado, solo unas semanas después de haber salido airosa de su paso por el hospital por complicaciones en su salud, estuvo en un homenaje por su cumpleaños.
A lo largo de su vida, la artista cubana no solamente mantuvo viva la danza, se desempeñó como coreógrafa y fue una ávida maestra, sino que además fundó en 1948el Ballet Nacional de Cuba junto a su esposo Fernando Alonso y su hermano Alberto Alonso.
Uno de los hechos que más admiración generaba en la bailarina es que a pesar de los problemas de visión que presentaba desde los 17 años, cuando sufrió un accidente que le desprendió la retina.
Alicia, nacida en un hogar bastante humilde de La Habana, estuvo bailando en las tablas hasta 1995 y se estima que su debut en el baile fue con el “Grand Vals” de “La Bella Durmiente” en el Teatro Auditorium de la Habana.
La artista también formó parte de grupos como el Ballet Ruso de Montecarlo y la Ópera de París.
A lo largo de su trayectoria, Alicia fue merecedora de varios reconocimientos, entre ellos la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, el galardón Positano por su carrera artística, la condecoración cubana José Martí,y l el grado de Oficial de la Legión de Honor, que recibió en 2003 de manos del expresidente de Francia, Jacques Chirac.