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Con el avance de la nueva variante del COVID Ómicron en el mundo (ya está en 17 países), autoridades de Salud del mundo han insistido en la importancia de que se sigan al pie de la letra normas de prevención, y de manera importante que se continúe el proceso de vacunación.
Pero la gran duda que ha generado la aparición de la variante es si todas las vacunas existentes que han sido aplicadas en el país protegen a las personas contra los síntomas del COVID que generan, y más aun, sobre desarrollar enfermedad grave e incluso la muerte.
Y sobre esa preocupación, en diálogo con CNN, el director ejecutivo de la farmaceútica Pfizer, Albert Bourla, aseguró que no hay que entrar en estado de pánico ante la variante africana, y dijo que mientras se establece plenamente si las vacunas actuales ofrecen suficiente protección, están dando pasos para mejorar su medicamento, en caso de ser necesario, algo que todavía no se ha establecido.
“Creo que estoy preocupado, pero no estoy en pánico. Creo que nos hemos estado preparando para un momento como este durante los últimos meses y creo que ahora estamos muy bien preparados para ganar esta batalla”, dijo Bourla.
Y ante la interrogante de si las vacunas actuales protejen contra el Ómicron, el vocero de Pfizer dijo a CNN que se necesitará un período de dos a tres semanas para poder evaluar qué tan efectivas son las dosis de Pfizer.
Sin embargo, mencionó que parten de la premisa de que hay algún nivel de protección.
“Dudo que los resultados sean que nos encontremos con que no estamos protegiendo en lo absoluto”, dijo Bourla, agregando que aunque no se sepa por ahora la protección que las vacunas dan contra la nueva variante, las dosis de refuerzo deberían ponerse para frenar cualquier amenaza.
El ejecutivo agregó que esa farmaceútica está ya trabajando en una vacuna que proteja específicamente contra la variante Ómicron.
Así se hizo ya contra otras cepas como Delta y Beta, pero no fue necesario usarla, pues la vacuna original ofrecía suficiente protección.
El experto farmaceúta agregó que de requerirse una nueva vacuna contra Ómicron, eso llevaría un tiempo de unos 100 días entre probarla y producirla.
“Deberíamos poder hacer la transición de la fabricación a esta nueva vacuna sin perder una sola dosis, casi una sola dosis, de la capacidad actual”, concluyó Bourla.
El presidente Joe Biden también se refirió al tema en conferencia de prensa y dijo que las diferentes farmaceúticas del mundo que han producido vacunas contra el COVID están adelantando estudios para determinar si sus vacunas cuentan con la protección adecuada contra la variante africana, pero confió en que así será.
“Todavía no creemos que se necesiten medidas adicionales… Pero para que estemos preparados, si es necesario, mi equipo ya está trabajando con funcionarios de Pfizer y Moderna y Johnson & Johnson para desarrollar planes de contingencia para vacunas o refuerzos si es necesario”, enfatizó el Presidente.
