
Sin duda la primera reunión del presidente Donald Trump y el nuevo primer ministro de Canadá fue muy amigable. Los dos líderes se felicitaron mutuamente en múltiples ocasiones durante la reunión de este martes, a diferencia de la interacción conflictiva que tuvo con el ex líder de Canadá Justin Trudeau.
“Me cae bien. Es un buen hombre”, expresó Trump sobre el primer ministro Mark Carney. “Nos llevamos muy bien. Tuvimos una reunión excelente hoy. Realmente buena. Creo que la relación será muy sólida”.
A pesar de la cordial reunion, Carney insistió en que su país nunca estaría en venta, pero Trump le dijo: “Nunca digas nunca”.
Pero queda por ver si la cortesía perdurará y si Carney podrá usar la buena voluntad inicial para reducir parte de la presión de Trump en materia de comercio y soberanía de Canadá.
Trump también declaró a la prensa que no había nada que Carney pudiera decir en la reunión que lo persuadiera de levantar los aranceles. Al preguntarle por qué, Trump respondió: “Así son las cosas”.
Por su parte, Carney declaró posteriormente a la prensa que ambos líderes tuvieron una “reunión muy constructiva”. Y agregó: “Me siento mejor con respecto a las relaciones…[Trump] entiende que estamos negociando entre naciones soberanas y que solo buscaremos y aceptaremos un acuerdo que beneficie a Canadá…No solo a corto plazo, sino también a mediano y largo plazo”.
La reunion fue de 33 minutos

GettyEl presidente de Estados Unidos, Donald Trump, saluda al primer ministro canadiense, Mark Carney, a su llegada al Ala Oeste de la Casa Blanca el 6 de mayo de 2025 en Washington, D.C.
La reunion entre Trump y Carney fue de 33 minutos frente a la prensa en el nuevo Despacho Oval. Carney tuvo que esperar pacientemente mientras Trump exponía de por qué Canadá debería ser el estado número 51 de Estados Unidos.
Lo cierto es que fue una reunión que Trump describió repetidamente como “amistosa”, pero sus publicaciones en las redes fue diferente. Antes del encuentro, Trump publicó en Truth Social que Estados Unidos le estaba dando a Canadá “Protección Militar GRATUITA” y que Estados Unidos no necesita energía, madera ni automóviles canadienses. “No necesitamos nada de lo que tengan, salvo su amistad, que ojalá siempre mantengamos”, escribió Trump.
Fue la primera visita de Carney a la Casa Blanca desde que la semana pasada lideró al Partido Liberal Canadiense a la victoria sobre los Conservadores para dirigir el gobierno. Trump inauguró la reunión calificando a Carney de “muy buena persona” y lo felicitó por su carrera, señalando que el Partido Liberal de Carney había estado rezagado en las encuestas. Trump calificó la victoria de Carney como “una de las mayores remontadas en la historia de la política, quizás incluso mayor que la mía”. Carney devolvió los elogios, afirmando que Trump era un “presidente transformador” y elogiando su “incansable enfoque en el trabajador estadounidense, la seguridad de sus fronteras”, así como en acabar con la “plaga del fentanilo” y “la seguridad del mundo”.
Carney le dejo claro a Trump que Canadá no está en venta
Trump inició la reunión calificando a Carney de “muy buena persona” y lo felicitó por su carrera, señalando que el Partido Liberal de Carney había estado rezagado en las encuestas. Trump calificó la victoria de Carney como “una de los grandes regresos en la historia de la política, quizás incluso mayor que la mía”. Carney devolvió los elogios, afirmando que Trump era un “presidente transformador” y elogiando su “incansable enfoque en el trabajador estadounidense, la seguridad de sus fronteras”, así como en acabar con el “fentanilo” y “la seguridad del mundo”.
Pero Carney empezó a incomodarse cuando le preguntaron a Trump si todavía creía que Canadá debería ser el estado número 51 de EE. UU. Trump argumentó que los canadienses pagarían menos impuestos, tendrían mayor seguridad y mejor atención médica si se unieran a EE. UU.
Pero Carney ya tenía preparada una respuesta que intentaba apelar a la experiencia de Trump en la compraventa de edificios. “Como saben del sector inmobiliario, hay lugares que nunca están a la venta. El que nos ocupa ahora mismo. Ya saben, el Palacio de Buckingham, que también visitaron. Y tras reunirme con los dueños de Canadá durante los últimos meses de la campaña, no está a la venta, nunca lo estará. Pero la oportunidad reside en la colaboración y en lo que podamos construir juntos”.