Semana Santa 2025: Oraciones para la Semana Mayor

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Desde este domingo 13 de abril con la celebración Santa del Domingo de Ramos, y hasta el Domingo de Pascua, el 20 de abril, los fieles católicos en el mundo nuevamente reviven los últimos momentos de vida de Jesús antes de que fuera crucificado y muerto por orden del gobernador Poncio Pilatos.

Estos ocho días tristes por saber que el hijo de Dios entrego su vida para salvar a la humanidad, es una invitación a la reflexión y a la oración para determinar que estamos haciendo en contravía de todas las enseñanzas que nos dejó, y en este articulo te vamos a brindar unas bellas oraciones con las que puedes apoyarte espiritualmente para fortalecer tu crecimiento, tu fe y tu espíritu.

Cinco oraciones para realizar en esta Semana Santa

La Semana Santa es un gran recordatorio del amor que Cristo nos tiene. Confía en Él, renueva tu fe en su promesa de vida eterna. ❤️

Vive esta Semana Santa con el corazón hacia Dios.

#SemanaSanta

Publicado por Desde la Fe en Sábado, 12 de abril de 2025

• “Señor, como tú, yo quiero ser fuego que purifica, luz que ilumina en medio de la oscuridad, palabra que consuela en medio del sufrimiento. Tú eres un Dios glorioso, lleno de vida y de esperanzas. Viniste al mundo para acompañarnos y realizar un sacrificio perfecto de Amor y romper así todas nuestras ataduras. Rey mío, Dios mío. Tú nos has salvado con tu sangre y preferiste la muerte en la Cruz antes que renunciar al amor. Bendito y alabado seas, por tu poder derramado sobre toda la humanidad. Amén.

¡Señor Jesús, hoy estamos felices! Hoy todas las personas están alegres, porque has vencido a la Muerte. Tú has resucitado para abrir el camino de la vida. ¡Gracias Padre! Porque has resucitado a tu hijo Jesús. ¡Gracias Jesús!

Por todos los que creemos en ti, también un día resucitaremos contigo para vivir siempre. ¡Somos felices por María, tu madre, y nuestra Madre!”

• “Amado Señor, ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya. Inunda mi alma de espíritu y vida. Penetra y posee todo mi ser hasta tal punto que toda mi vida solo sea una irradiación de la tuya. Brilla a través de mí, y quédate en mí de tal manera que todas las almas que entren en contacto conmigo puedan sentir tu presencia en mi alma. Haz que me miren y ya no me vean a mí sino solamente a ti, oh, Señor.

Quédate conmigo y entonces comenzaré a brillar como brillas tú; a brillar para servir de luz a los demás a través de mí. La luz, oh, Señor, irradiará toda de ti, no de mí; serás tú quien ilumine a los demás a través de mí. Permíteme pues alabarte de la manera que más te gusta, brillando para quienes me rodean. Haz que predique sin predicar, no con palabras sino con mi ejemplo, por la fuerza contagiosa, por la influencia de lo que hago, por la evidente plenitud del amor que te tiene mi corazón, Amén”.

• “Yo subiré al pie de la Cruz,
me apretaré al cuerpo frío,
cadáver de Cristo,
con el fuego de mi amor…,
lo desclavaré con mis desagravios
y mortificaciones,
lo envolveré con el lienzo nuevo
de mi vida limpia,
y lo enterraré en mi pecho de roca viva,
de donde nadie me lo podrá arrancar,
¡y ahí, Señor, descansad!
Cuando todo el mundo os abandone
y desprecie, os serviré, Señor” Amén.

• “Dios nuestro, que en esta Semana Santa podamos unirnos más estrechamente al sufrimiento de tu Hijo Jesucristo, comprendiendo su sacrificio redentor, y encontrar en Él la fuerza para enfrentar nuestras propias cruces de la vida. Ayúdanos, no sólo a recordar la Pasión de nuestro Señor, sino también a vivirla, entregando la vida en el servicio a los demás y en la obediencia a tu voluntad.

Dios nuestro, ayúdanos a que esta Semana Santa sea un verdadero tiempo de crecimiento espiritual. Y que al llegar a la Pascua sepamos vivir y contagiar la alegría de la Resurrección, llenos de esperanza en la vida eterna que nos has prometido. Que sea un tiempo de renovación espiritual, donde podamos experimentar tu amor de manera más profunda y compartirlo con todos los que nos rodean. Amén”.

• “Señor Jesús, en este Jueves Santo te pedimos que nos concedas la gracia de comprender profundamente el misterio de tu presencia real en la Eucaristía. Que, al participar en este Sacramento, podamos experimentar tu amor transformador y renovador en nuestras vidas. En este día también te encomendamos a todos los obispos y sacerdotes del mundo, quienes, siguiendo tu ejemplo, celebran diariamente la Eucaristía y nos guían en el camino de la caridad.

Concédeles fortaleza, sabiduría y fervor en su ministerio, para que puedan llevar tu luz y tu gracia a todos los que la necesitan. Que su entrega generosa y su servicio abnegado sean un reflejo vivo del amor que tú nos has mostrado. Amén”.

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