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Actualmente, Sandra Jean Melgar, de 61 años, está en una prisión estatal de Texas, donde ha sido declarada culpable de matar a su esposo.
Pero una búsqueda rápida en Google del caso nos sirve para saber que la condena de Melgar sigue siendo una fuente de controversia. En una entrevista reciente con ABC News, su hija, Elizabeth “Lizz” Melgar Rose, explicó: “Sé que ella no hizo esto. Voy a seguir luchando hasta que podamos demostrarlo”. Continúa describiendo a la familia como muy unida.
En agosto de 2017, Melgar fue condenada a 27 años de prisión. La asistente del fiscal de distrito Colleen Barnett dijo sobre el fallo del juez: “Sandra Melgar le quitó la vida a su esposo Jaime, y por eso pasará el resto de su vida en una celda. No mostró ningún remordimiento. La sentencia es justa”.
¿Qué sucedió en diciembre de 2012?
TONIGHT on @ABC2020: @mattgutmanABC sits down with Lizz Rose, daughter of Sandra and Jaime Melgar, who firmly believes her mother is innocent. t.co/UszV1SkwMb
En diciembre de 2012, Sandra y su esposo estaban disfrutando de su aniversario de bodas en el jacuzzi de su casa. Después de un par de horas, los cuatro perros de la familia comenzaron a ladrar, así que Jim entró para ver cómo estaban; Sandra se quedó en la bañera.
Al día siguiente, la familia había planeado una reunión con otros miembros de la familia, el 23 de diciembre de 2012. Cuando el hermano de Jim Melgar, Herman Melgar, llegó a la casa alrededor de las 4:30 PM, nadie abrió la puerta. Finalmente, pudo entrar y escuchó a Sandra pidiendo ayuda.
Se dirigió al dormitorio principal, donde una silla bloqueaba la puerta del vestidor. En el interior, encontró a Sandra acostada con los brazos y las piernas atados. Luego encontraron a Jim, desnudo, golpeado y apuñalado hasta la muerte a unos 30 pies de distancia.
Sandra Melgar dijo que ambos fueron atacados
En declaraciones a los detectives, Sandra Melgar dijo que recordaba un automóvil misterioso los había seguido. Ella explicó que una vez que se metieron en la bañera de hidromasaje y escucharon a los perros ladrar, las cosas empeoraron. Ella le dijo a los detectives: “Mi esposo se estaba demorando un poco, así que salí a vestirme o cambiarme en mi armario. Entré allí y me comencé a cambiar. Eso es todo lo que recuerdo hasta que desperté.”
Sandra dijo a las autoridades que nunca vio ni escuchó a su esposo ser atacado. Afirmó que se había desmayado después de haber sido golpeada o golpearse la cabeza, y que tuvo una convulsión. “No podía moverme porque había tenido una convulsión. Me dolía todo”, dijo.
Hasta el día de hoy, familiares, amigos y simpatizantes continúan luchando por justicia para Sandra. Su hija le dijo a ABC News: “Traté de mirar las pruebas. Traté de ser imparcial al respecto, lo cual es difícil porque estos son mis padres. Al final, todavía quiero justicia para mi papá. Quiero saber quién hizo esto, y no fue mi madre”.
