Covid-19: Anthony Fauci habló de los riesgos de demorar segunda dosis de la vacuna

El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, habla con el Secretario de Salud y Servicios Humanos Alex Azar antes de recibir su primera dosis de la vacuna COVID-19 en los Institutos Nacionales de Salud en 22 de diciembre de 2020 en Bethesda, Maryland.

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El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, habla con el Secretario de Salud y Servicios Humanos Alex Azar antes de recibir su primera dosis de la vacuna COVID-19 en los Institutos Nacionales de Salud en 22 de diciembre de 2020 en Bethesda, Maryland.

Frente a la situación de escasez de las vacunas contra el virus del Sars-Cov-2, autoridades de sanidad de Canadá y Reino Unido, tomaron la decisión de postergar la aplicación de la segunda dosis de las inyectables, con el fin de alcanzar a más población con mayor riesgo de complicaciones con la primera dosis.

Es importante informar que en los Estados Unidos un poco más del 40% de la población adulta ya recibió al menos la primera dosis de la vacuna, pero a pesar de los grandes esfuerzos la cifra de contagios no decae, y por el contrario estas últimas cuatro semanas los casos han aumentado. “Sabemos que estos aumentos se deben, en parte, a variantes más altamente transmisibles, que estamos monitoreando muy de cerca”, dijo Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), durante una sesión informativa el lunes en la Casa Blanca, en declaraciones citadas por Infobae.

Con respecto a esta información, el experto en enfermedades infecciosas del gobierno de los Estados Unidos, el doctor Anthony Fauci, dejó en claro su preocupación frente a que la ciudadanía estadounidense debe recibir el esquema de vacunación completa de las inyectables de Pfizer o de Moderna en los tiempos requeridos, así la ampliación de los plazos haya permitido que países como el Reino Unido aceleren este proceso y tomen la delantera en la carrera de la inmunización de sus habitantes, por delante del país norteamericano.

¿Cuáles son los riesgos?

En contraposición a la determinación tomada por estas naciones, los argumentos que expone el especialista en inmunología, esta el hecho de que retardar la aplicación de la segunda dosis de cualquiera de las vacunas, representa un alto riesgo de que las personas puedan contraer alguna de las variantes de este coronavirus y de un carácter más infeccioso. De hecho, al doctor Fauci le preocupa que las personas que no han tenido el “impacto total” de dos dosis de vacunas sean peligrosamente más vulnerables a la infección con variantes que debilitan los efectos de los anticuerpos.

En cuanto a esta estrategia que adoptó el Reino Unido en el mes pasado frente a la falta de dosis suficientes para inmunizar a todos los ciudadanos, y cuando los índices de la enfermedad iban en crecimiento con el agravante de la aparición de la variante británica del virus, la posición del Dr. Fauci fue la de criticar duramente un proceder no probado. Pero ya por el día lunes de la presente semana, en un tono más pausado dijo que no había una estrategia “correcta o incorrecta” cuando se trata de retrasar las dosis. “Hay diferentes enfoques y diferentes opiniones”, reconoció.

“Nos ha preocupado, y todavía nos preocupa, que cuando se observa el nivel de protección después de una dosis, se puede decir que es del 80%, pero es algo así como un tenue 80%, porque el nivel de, por ejemplo, anticuerpos neutralizantes contra el coronavirus, cuando lo dejas en una sola dosis, la pregunta es, ¿cuánto dura?”, cuestionó el experto.

Los estudios

Una publicación de una investigación en el mes pasado informó que el riesgo que tienen las personas de contraer el Covid-19 habiendo sido inmunizados con una primera dosis de la vacuna de Pfizer o de Moderna se redujo a aproximadamente al 80% dentro de las dos semanas posteriores a esa primera inyección. Pero se administró una segunda dosis a esas personas una o dos semanas después, dependiendo de si recibieron la vacuna Pfizer, que tiene un régimen de dosificación con un intervalo de tres semanas, o la de Moderna, que debe administrarse cuatro semanas después.

De esta manera, no se puede establecer qué grado de inmunidad adquieren las personas al aplicárseles una primera dosis de vacuna después de la segunda semana, y frente a la circulación de variantes cada elemento de protección cuenta. De hecho, dos dosis de cualquiera de las vacunas siguen protegiendo contra las variantes de evasión de la variante de Brasil y Sudáfrica. Pero los anticuerpos generados por estas vacunas son entre dos y seis veces menos efectivos para unirse a la proteína de pico que permite que el coronavirus ingrese en las células humanas.

Entonces, lo que plantea el doctor Fauci, es que no vale la pena correr riegos dejando a las personas con la inoculación de una sola dosis por un tiempo más prolongado. Ninguna de las variantes es común en los EE.UU, por lo que las probabilidades de que los estadounidenses las encuentren son escasas.

Hasta ahora, la variante sudafricana y la variante de Brasil representan cada una menos del 0,05% de los casos de COVID-19 en los EE.UU, según el seguimiento de Outbreak.info. Aún así, son sustancialmente más infecciosos que el virus ‘de tipo salvaje’, y los expertos temen que solo se vuelvan más frecuentes.

Ahora bien, un estudio científico realizado por investigadores de Canadá alertó que la postergación de la segunda dosis puede implicar riesgos de mayor aumento de brotes de COVID-19 en el futuro. El estudio se publicó en la revista Science y fue realizado por investigadores de las universidades de Princeton, Harvard y Columbia y los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, las universidades de Montreal y Mc Gill de Canadá, la Universidad de Oxford y el Wellcome Trust del Reino Unido, y la Universidad de Sydney de Australia.

En conclusión, el estudio encontró que una sola dosis puede no ser suficiente, y que la estrategia de dar una sola dosis puede reducir el número de casos a corto plazo al inmunizar más rápidamente a un mayor número de individuos, pero que, si las respuestas inmunitarias de las personas después de una dosis son menos robustas, los brotes epidémicos posteriores podrían ser mayores.

Finalmente, se indico que los ensayos clínicos solo avalan la eficacia de las vacunas de Pfizer-BioNTech y de Moderna cuando las dosis se administran con tres y cuatro semanas de diferencia, respectivamente, y que no existen datos para saber durante cuánto tiempo se mantiene esta eficacia por lo que una inmunización incompleta puede favorecer la aparición de nuevas variantes del virus.

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