Papa Francisco pide que las vacunas contra el COVID no se reserven para los más ricos

Papa Francisco

Getty Images Papa Francisco en la catedral de Manila - 2015

Este miércoles desde su biblioteca privada en el Vaticano el Papa Francisco en su ciclo de catequesis de cada miércoles, en el marco de la Audiencia General, deseó que las futuras vacunas para enfrentar el coronavirus no fueran destinadas primero para los más ricos, sino por el contrario se pensara en los menos favorecidos. Afirmando que no era momento de dejar que la pandemia aumentara la injusticia social y desigualdades en el mundo. Sino por el contrario, que de esta crisis saliéramos mejores personas, para contribuir con un cambio social, acabar con la desigualdad social, discriminación y la degradación del medio ambiente.

“Sería triste si la vacuna del covid-19 se diera prioridad a los más ricos. Sería triste que se transforme en la prioridad de una u otra nación, y no sea universal y no se destine a todos. Y qué escandalo seria que toda la ayuda económica, la mayoría procedente de las arcas públicas, se use para salvar las empresas que no contribuyen a la inclusión de los marginados, en lugar de al bien común y a la cura de la creación”. Dijo el papa.

En sus palabras el pontífice abogó por los más necesitados tal y como emana en el propio Evangelio, afirmando que esta situación nada tiene que ver con un problema de ‘ideología’ o ‘política’. Por ello ha insistido en las palabras del Evangelio según San Mateo en su capítulo 25 donde expresa la “opción preferencial por los pobres” donde en el reino de Dios, los pobres son bienaventurados. El Vaticano desde hace varios días, por medio de organismos oficiales ha trasmitido por medio de documentos, su clara posición  a favor de que la vacuna debe de llegar a todos por igual y advierten que así debe de ser.

En cuanto a la ‘nueva normalidad’ Francisco afirmó que era momento de dejar atrás las injusticias que azotan al mundo e insistió en que debe de haber un ‘cambio a nivel mundial’ y que el reanudar la actividad económica debe significar poner a las personas en el centro de todo, principalmente a los más pobres. “Hoy tenemos la posibilidad de construir algo distinto. Podemos desarrollar una economía de desarrollo integral de los pobres y no de bienestar social”. Fueron sus palabras.

Por último, el Santo Padre concluyó diciendo que el Covid-19 era un virus minúsculo que había puesto de rodillas al mundo entero. Pero que había un virus mucho mayor que acabar. “Tenemos que sanar un virus aún más grande, el de las injusticias, desigualdad, marginación y la falta de protección hacia los más débiles”.

Por el momento, existen actualmente varias vacunas que continuan probándose para garantizar su efectividad y poder contrarrestar una pandemia que deja más de 700.000 muertos en todo el mundo.