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En un hecho que ha causado mucho estupor en Arizona, Rachel Henry una joven madre de 22 años, fue acusada de matar a sus tres hijos pequeños en su casa en Phoenix.
Henry fue arrestada después de que sus hijos, una niña de 7 meses, una niña de 2 años y un niño de 3 años, fueron encontrados muertos el lunes 20 de enero de 2020, según explicó la policía de Phoenix en un comunicado.
Henry fue encarcelada bajo tres cargos de asesinato en primer grado.
Los niños han sido identificados por la Oficina del Médico Forense del Condado de Maricopa como Zane Henry, Mireya Henry y Catalaya Rios.
Miembros de la familia dijeron a la policía que los niños habían estado enfermos más temprano durante el día, dijo un portavoz de la policía en una conferencia de prensa. Los investigadores dijeron que los tres niños fueron encontrados muertos el lunes por la noche en la casa, localizada en la calle 24 en el sur de Phoenix.
Los oficiales respondieron a una llamada al 911 por “problemas desconocidos” en la casa y encontraron a los niños justo dentro de la puerta de entrada en una sala de estar. Los agentes intentaron reanimar a los pequeños y otros socorristas brindaron ayuda cuando llegaron, pero los niños fueron declarados muertos en el lugar, dijo la policía de Phoenix.
Henry había perdido previamente la custodia de su hijo e hija debido a sus problemas con la adicción a las drogas, dijo un fiscal en la corte el martes. La mujer había vivido en Oklahoma hasta mudarse a Arizona en el verano de 2019, según la policía y le habían quitado a sus hijos mientras aún estaba en Oklahoma.
Henry vivía en la casa de Phoenix con el padre de 30 años de sus tres hijos y una mujer de 49 años a la que se hace referencia en los documentos judiciales como una tía suya o del padre de los niños y el dueño de la casa.
La policía todavía los entrevistaba, pero no creen que supieran que los niños habían sido asesinados hasta que se hizo la llamada al 911, según documentos judiciales.
La policía de Phoenix respondió a una llamada al 911 en el 2520 East Vineyard Road alrededor de las 7:20 p.m. el 20 de enero de 2020, según documentos judiciales.
La persona que llamó, una mujer no identificada, dijo a la policía que tres niños estaban muertos dentro de la casa. Oficiales, bomberos y personal de EMS llegaron y determinaron que los niños habían fallecido.
Uno de los otros residentes adultos de la casa dijo a la policía que los niños habían sido vistos con vida por última vez a las 2 p.m. La madre de los niños, Rachel Henry, le había dicho al pariente que los acostaría a dormir mientras él iba a recoger al otro residente adulto del trabajo, según la declaración jurada de causa probable presentada por la policía. A las 3 p.m., cuando los otros adultos regresaron, Henry sostenía a su hija de 7 meses, y su hijo de 3 años y su hija de 1 año parecían estar durmiendo en el sofá de la sala de estar. Henry le dijo al pariente que llevaría a la niña de 7 meses a su habitación para una siesta y el pariente no volvió a ver a la bebé despierta después de eso.
“Rachel admitió haber asfixiado a cada niño comenzando con la niña de un año”, dijo la policía, agregando que “estaba jugando con la niña de 1 año, luchando encima de ella, y “sintió que la respiración de la menor de 1 año de edad se obstruyó y continuó impidiendo su respiración colocando su mano sobre su boca. Rachel dijo que (la niña) pateó mientras ella lo hacía, mientras que el niño de 3 años le gritó que no lo hiciera en un intento de hacer que se detuviera”.
La policía dijo que el niño de 3 años trató de ayudar a su hermana de 1 año golpeando a Henry “en vano”. Henry le dijo a la policía que sabía que había matado a su hija “cuando dejó de patear”.
Henry dijo que persiguió al niño de 3 años y dejó de hacerlo por un momento cuando alguien regresó a la casa.
Henry le dijo a la policía que pasó un rato jugando con el niño y luego lo llevó a una habitación trasera donde le cambió los calzoncillos.
Según la policía, “Cuando Rachel lo hizo, colocó al niño de 3 años en el piso de la habitación, montó sus piernas sobre las del menor y le tapó la nariz y la boca con la mano. Rachel describió que le cantaba al niño de 3 años “mientras él en un intento por defenderse la rasguñó en el pecho y la pellizcaba. Ella le dijo a la policía que usó su peso encima de él para sofocarlo hasta que murió, según la declaración jurada.
“Rachel le dio a la niña de 7 meses un biberón en su habitación hasta que se durmió”, dijo la policía. “Rachel le cantó una canción mientras le cubría la cara con la mano y le impedía respirar hasta que quedó inconsciente y murió. Rachel colocó a todos los niños en una posición en el sofá de la sala de estar como si estuvieran tomando una siesta”.
Los resultados de la autopsia aún no han sido publicados por la Oficina del Médico Forense del Condado de Maricopa.
