La excelente noticia que recibieron los fans de Alejandro Sanz: ¿qué hizo el cantante?

Alejandro Sanz y Raquel Perera.

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Alejandro Sanz y Raquel Perera.

Luego de un año de idas y vueltas, el cantante Alejandro Sanz y la empresaria Raquel Perera llegaron a un acuerdo tras haberse divorciado en 2019. Dicho acuerdo evita que los involucrados tengan que ir a juicio a dirimir aspectos vinculados a la manutención de sus hijos.

Sanz y Perera se conocieron en 2007. Cinco años después pasaban por el altar para dar el sí definitivo. O eso creían. Porque en 2019, la prensa del corazón anunció que la pareja estaba rota. El fin de la relación fue tormentosa para ambos. Divididos entre Miami y Madrid, aquejados por sus compromisos laborales, Alejandro y Raquel se la pasaban discutiendo acerca de las cláusulas judiciales del divorcio.

Lo que estaba en disputa eran cuestiones vinculadas a la tenencia de Dylan, 9 años, y Alma, 6, los dos hijos de la pareja. De acuerdo a la revista Hola, los involucrados pusieron fin a estas discrepancias con tal de no tener que recurrir a los tribunales.

La agencia EFE agrega un dato clave para entender el acuerdo. Perera, dicen, dejó Miami, ciudad en la que estaba radicada, y regresó a España para que sus hijos crezcan cerca de su padre. Dicha concesión pudo haberle garantizado cierto beneficio en el trato firmado con su ahora exesposo.

Raquel enfrenta ahora el desafío de readaptarse a una nueva vida. Esto implica la elección de un colegio para sus pequeños como así también la búsqueda de nuevos horizontes laborales.

La prensa española no preveía este final feliz. En abril, Sanz había tomado la drástica decisión de borrar toda participación de Perera en sus empresas. Hasta entonces, Raquel había sido su socia y agente musical. Además, el cantante se presentó en los juzgados de Ponzuelo de Alarcón (Madrid) y presentó una demanda de divorcio sin previo aviso. En marzo, en Miami, se habían despedido cordialmente estableciendo las pautas de un acuerdo.

¿Qué ocurrió en el medio? De acuerdo a La Vanguardia, la pandemia del coronavirus favoreció a la paz entre las partes. De no haber habido cuarentena, el juicio de divorció debió haber tenido lugar a comienzos del verano europeo. Ocurre que Perera no tuvo forma de salir de Florida, uno de los estados más castigados por el Covid-19 de los Estados Unidos.

Desde Miami, la empresaria había solicitado a un juez que congelase las cuentas de Sanz por temor a que el músico dilapidara el patrimonio de sus hijos. Esta maniobra judicial fue el último signo de hostilidad entre las partes. A partir de entonces consideraron necesario retomar el diálogo. Esas conversaciones derivaron en el reciente y definitivo acuerdo.

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