Kim Kardashian es considerada por muchos de sus seguidores una mujer con mucha vanidad, pero al mismo tiempo es una mujer con una enorme fe religiosa y una persona totalmente entregada a su familia.
Y confirmando una vez más los principios que mueven su vida, la estrella de los reality shows estuvo hace unos días en Armenia, Europa, haciendo realidad uno de los sueños que siempre tuvo en su mente: bautizar a sus tres hijos menores en el país de donde viene la familia de su padre.
La reina de la pantalla chica compartió varias imágenes del bautizo de sus hijos Saint, Chicago y Psalm, quienes recibieron el sacramento en el país que ella considera como propio.
“Me siento afortunada de haber podido bautizar a mis hijos en la catedral principal de Armenia, conocida por ser el Vaticano de la Iglesia Católica de este país”, fue uno de los comentarios que hizo Kim en su cuenta de Twitter, tras la ceremonia, en la que la estrella de los reality lució muy solemne, de acuerdo a las normas de ese tipo de ceremonias.
En las fotografías compartidas por la mujer de Kanye West en su Instagram, se observa ataviada con un traje largo y una mantilla sobre su cabeza, mientras el sacerdote que oficio el servicio religioso instituía el sacramente a sus tres hijos menores, en la pila bautismal.
La familia de Kim proviene de Armenia, país situado entre Europa Oriental y Asia Occidental.
En una reciente entrevista con la revista Vogue de Arabia, Kim Mardashian aseguró que una de sus metas en la vida es que sus hijos tengan una infancia feliz y que cuando sean adultos puedan recordarla a ella y a su padre como dos seres amorosos.
“Pienso en esto todo el tiempo. A menudo reflexiono sobre la infancia más increíble que tuve y quiero que siempre ellos puedan mirar hacia atrás y decir: ‘tuve la vida más maravillosa. Mis padres me dieron todas las herramientas para ser grandiosos y felices en la vida. Eran padres divertidos, buenos e increíbles y siempre estaban allí”, dijo Kim.
La mujer de Kanye West dijo de paso que a pesar de haber tenido siempre la idea de querer muchos hijos, en un momento pensó que iba a tener una familia pequeña. “Al crecer, siempre pensé que quería cuatro hijos y luego, después de tener a North, no pensé que íbamos a tener otro, por lo difícil que era el embarazo. Después de tener a Saint, seguro que pensé que habíamos terminado, pero seguimos adelante, y ahora tenemos cuatro”.