Serie-El Señor de los Cielos 5: ¿Cómo mató Aurelio Casillas a Esperanza?

Aurelio Casillas y Esperanza Salvatierra en un encuentro con alta dosis de adrenalina 

En uno de los capitulos, más esperados por la audiencia que sigue la quinta temporada de “El Señor de los Cielos”, por fin Aurelio Casillas, pudo vengarse de su ex amante Esperanza Salvatierra.

La guapa venezolana experta en finanzas, que le entregó el dinero de Casilas a la DEA, logró escabullirse en varias oportunidades de  los matones del poderoso narcotraficante, pero su suerte hacía rato que tenía a “la Calaca” detrás.

De nada valió que los padres de la chica, (que disfrutó por igual del amor de hombres y mujeres en la historia), intentaran por todos los medios convencer al Señor de los Cielos, de que no la asesinara.

Esto es lo que tienes que saber:

Matan a la mamá de Esperanza

El Señor de los Cielos 5

Captura de Pantalla

En el sitio que había fijado Aurelio con su ex socia venezolana, este le da la oportunidad de correr por su vida. Sin embargo, el Capo ya tiene todo fríamente calculado para que “la presa” no se le escape esta vez.

Le apunta a su ex amante desde lejos, pero llega  el agente de la Marina,  Castillo y se interpone para protegerla. En eso Aurelio le dispara en varias ocasiones y este cae malherido al lado de Esperanza.

En un lugar cercano se encuentran Juan Carlos Salvatierra y Jorge Salazar de la DEA, quien se arriesga para salvar a su ex novia, pero Casillas le dispara en un brazo.

Entre tanto “El Ingeniero”, “El greñas” y  “El Skinni”   van en una camioneta, a impedir que el resto de los oficiales de la Marina, se acerquen a la zona donde se encuentra Aurelio consumando su venganza. Se forma un tiroteo;  y en una de las camionetas de los oficiales, viene “Pina”, (la mamá de Esperanza) y en el intercambio de disparos, le dan un tiro en la cabeza, que la deja sin vida.

Aurelio “despacha” a Salazar

“El Señor de los Cielos”, se le acerca a Esperanza, que está con su padre, con Salazar herido en un brazo y el agente Castillo, agonizante. Aurelio  les dice:  “Que bonito cuadro, que bonito se ve todo esto”.

El Sr. Salvatierra, le dice al máximo Capo de la historia:”Debes estar contento Casillas, lograste lo que querías”, le dice Juan Carlos.   Este le responde: “Voy a ver como poco a poco se les va extinguiendo la vida”.

“Oye, mija ya le pediste perdón a Salazar por haberte metido con él por orden mía?

La venezolana le grita: !Termina de una buena vez con esto!!! . Mientras su papá le pide a Aurelio: “Máteme, pues, pero deje a mi hija en paz.”.

“Tú me fregaste hasta lo último. Cuéntales que estabas buscando que te …c…….,y hasta pensé en perdonarte, pero de nuevo me traicionaste”, le dice Casillas a sus ex socia.

“Haz conmigo lo que quieras,  pero déjalo ir carajo”, le dice ella. A  lo que él le responde: ” Tú papá trajo a la Marina por aire y por tierra y tenías muchos defensores en la vida.  Fíjate, que “La Tata”, Mónica, el Ismael y hasta La Rutila intercedieron por ti”.

“A mi no me estés apurando”. ¿Esperanza a quien le vamos a dar el piquetito? Soy el cazador de la muerte. A mis enemigos me los voy a matar uno a uno.  Quiero ver que me iba a pasar si Esperancita me inyectaba esto.  Y le inyecta en una pierna a Salazar,  el veneno que le había dado Pastrana a la empresaria para que se lo aplicara a Casillas.

El Beso de la Muerte

“Te convertí en una reina y la traición se paga”.  Con la seguridad de quien se está degustando un rico postre por última vez,  Aurelio la besa apasionadamente y la abraza.

“Este beso me gustó!, Salvatierra,  aquí  tienes a tu hija”.  Y seguidamente le metió tres tiros delante de su padre.

La guapa mujer de negocios, que le levaba el dinero al Capo mexicano, cayó mortalmente herida  en brazos de su padre.

“Aquí  se queda para que lo cuente”, le dijo Aurelio al papá de Esperanza. “El Cazador”  se montó en el helicóptero,  mientras veía la escena desde el aire.

El Señor de los Cielos 5

Captura de Pantalla

En tierra una agonizante Esperanza, le pidió perdón a su progenitor y este abrazándola le decía: “Ya mi niña bella, mi cielo adorada, siempre te vamos amar”.