Extécnico de Messi dice que tiene “cosas de Gandhi”

Getty Leo Messi tomando sus primeros pasos con el primer equipo

Ángel Guillermo Hoyos fue uno de los primeros entrenadores que tuvo Leo Messi cuando llegó en La Masía. El argentino que lo tuvo en su equipo fue uno de los responsables en pulir a un talento descomunal y ayudar en la transición de ser una promesa fútbol a convertirse en el la estrella en la que se ha convertido hoy. El técnico, que ha establecido su carrera fuera Barcelona, conoció a Messi en el 2003 cuando lo tuvo en en el plantel juvenil del Barcelona. A partir de ahí, generó un vínculo estrecho que se mantiene hasta el día de hoy.

Hoyos también tuvo un paso fugaz en equipos como Universidad de Chile, Once Caldas, Atlas entre otros también tuvo en ese mismo equipo a jugadores de la talla de Cesc Fábregas, Gerard Piqué y Pedro Rodríguez. Como con Messi, Hoyos mantuvo su relación con ellos y fue uno de los que tuvo el placer de ser invitados a la boda del astro argentino con Antonela Roccuzzo en Rosario en 2017. Además es una de las pocas personas que Messi sigue por Instagram.

También en una conferencia de prensa cuando era chico admitió que Hoyos fue una de las personas que más la ayudó a llegar al primer equipo culé.


En una entrevista con el equipo periodístico de Puro Fútbol en la cadena FM Radio Late , el actual entrenador de Aldosivi de Mar del Plata dejó una definición muy particular sobre el algo que poco se conoce del máximo artillero del Barcelona.

Cosas de Gandhi


“Para mí es un ser extraordinario. Esto lo digo sin exagerar y con toda sinceridad porque lo siento así. Tengo un sentimiento muy grande por él sin buscar nada a cambio. No espero nada a cambio, pero sí la amistad de él, que es lo más importante para mí. Tiene mucho de Gandhi. Vos decís: este está hablando o está filosofando. No, es verdad. Es un chico sensacional como persona. Muy humilde, muy sencillo, muy amigo de sus amigos. Silencioso”, admitió.


Caminar la cancha

También habló de su manera de ver el juego y cómo ve el juego. En el proceso, alegó contra esos que le critican por “caminar la cancha”. “Caminar es táctico. Los espacios se pueden ocupar caminando, trotando o en velocidad. Hay una inteligencia táctica importante a través de la cultura que tiene del conocimiento,” propuso. “Muchas veces dicen camina, pero caminar es posicionarse en una zona que sea productiva en los movimientos que pueden llegar a venir, como en un tablero de ajedrez. Se mueve el peón, el alfil y a lo mejor hacés el enroque, pero vos vas moviendo sabiendo qué vas a hacer dentro de la tercera o cuarta jugada”.

“Es una persona extraordinaria que hace al jugador extraordinario. El jugador va acompañado de la persona para el crecimiento. El desarrollo, el regate, la gambeta, el talento que él tiene es de cuna. Después va aprendiendo. Es una esponja del aprendizaje, pero a través de su humildad. La soberbia es mala consejera en ese sentido. Muchas veces en el creer que se tiene todo, no hay crecimiento. Él permanentemente crece y compite, a tal punto que va ganando absolutamente todo”, señaló.