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El mundo del deporte está de luto y especialmente el público argentino está muy acongojado, pues a la edad de 92 años murió Juan José Pizzuti, considerado uno de los grandes pilares del fútbol argentino, y quien es sinónimo de admiración y respeto en la historia del balompié. La leyenda del deporte más querido por los porteños, murió de causas naturales.
La noticia de su deceso fue revelada por el sitio Infobae, que destacó la brillante carrera que hizo el exjugador desde 1946, cuando comenzó su carrera futbolística, vistiendo la camiseta de Banfield. Tres años más tarde ya era el máximo goleador del torneo con 27 goles, así fue como el jugador comenzó a ser de gran interés para los grandes equipos argentinos, y fue cuando en 1951 el River lo adquirió. Pero allí duró solo 1 año pasando después a formar parte de su club amado, el Racing.
El Racing precisamente fue de los primeros equipos en lamentar el fallecimiento del deportista y envió un sentido mensaje de condolencias.
“Racing Club lamenta profundamente el fallecimiento de Juan José Pizzuti, pieza indispensable en la historia del Primer Grande. La institución acompaña a su familia y afectos en este momento de dolor”, escribió el club despidiendo a su ídolo.
Pero el futbolista no solo fue el rey de la Academia, sino que también se lució en el Boca, campeón del torneo local 1962, y con el club de Avellaneda logró dos títulos locales en 1958 y en 1961. Asimismo fue el goleador del equipo, siendo además hasta hoy el segundo anotador de ese club de todos los tiempos, ejecutando 118 goles en 215 partidos.
Tito, como era conocido, también formó parte de la selección Albiceleste que ganó la 12 Copa América en la historia de Argentina y en esa misma justa, su nombre quedó consignado en la historia por el gol que le marcó a Brasil, equipo que contaba nada más y nada menos que con Pelé y Garrincha, entre otros grandes, y que había quedado campeón del mundo el año anterior.
El exdeportista también se lució como entrenador, y en su faceta como director técnico, Pizzuti llevó al Rancing a ganar el campeonato local en 1966, Copa Intercontinental en 1967 contra el Celtic de Escocia, y además conquistó para el mismo club la Copa Libertadores de 1967, sumando con un invicto de 39 partidos, y planeó al primer equipo de argentina que alcanzó un título mundial.
Entre 1970 y 1972 fue el entrenador de la selección argentina, además de Chacarita, Colón de Santa Fe, Nueva Chicago e Independiente de Medellín de Colombia y terminó su tiempo en el club de Avellaneda con un cuarto ciclo.